Presentamos en esta
edición el tema
nº
11
del Estudio
Sistematizado de la
Doctrina Espirita, que
está siendo presentado
aquí semanalmente, de
acuerdo con el programa
elaborado por la
Federación Espirita
Brasileña, estructurado
en seis módulos y 147
temas.
Si el lector utiliza
este programa para el
estudio en grupo,
sugerimos que las
cuestiones propuestas
sean debatidas
libremente antes de la
lectura del texto que a
ellas sigue.
Si es destinado
solamente para uso por
parte del lector,
pedimos que el
interesado intente
inicialmente responder
las cuestiones y solo
después lea el texto
referido. Las respuestas
correspondientes a las
cuestiones presentadas
se encuentran al final
del texto abajo.
Cuestiones para debate
1. ¿Podemos afirmar que
Dios es un ser vivo,
sensible, consciente?
2. ¿Cómo los Espíritus,
en respuesta a Kardec,
definieron a Dios?
3. ¿Cuáles son las
pruebas referidas por
los Espíritus acerca de
la existencia de Dios?
4. ¿El sentimiento
intuitivo que tenemos de
Dios es producto de la
educación y de las ideas
adquiridas?
5. ¿La formación primera
del Universo no sería
fruto de un acaso
inteligente? ¿Por qué?
Texto
para la lectura
La idea de Dios
1. “En el pasado, Dios
fue hombre: hoy, Dios es
Dios”, asevera León
Denis. El Ser Supremo,
creado a imagen del
hombre, hoy ve apagarse
poco a poco esa imagen,
sustituida por una
realidad sin forma. La
forma, la definición, el
tiempo, la duración, la
medida, el grado de
potencia o actividad no
se aplican más a Dios.
El propio nombre de Dios
oculta una idea
incompleta. En el
pasado, Júpiter empuñaba
el rayo, Apolo conducía
el Sol y Neptuno
señoreaba los mares. En
el Tibet, aun hoy,
adoran a Maitreya, que
refrena las olas del
mar, bendice el
ejército, maldice al
rival y dirige las
lluvias.
2. La historia de la
idea de Dios nos muestra
que ella siempre fue
relativa al grado
intelectual de los
pueblos y de sus
legisladores,
correspondiendo a los
movimientos
civilizadores, a la
poesía de los climas, a
las razas, a la
florescencia de
diferentes pueblos, en
fin a los progresos
espirituales de la
Humanidad. Con el pasar
del tiempo, asistimos
sucesivamente a los
desfallecimientos y
tergiversaciones de esa
idea imperecible que, a
veces fulgurante y otras
veces eclipsada, puede
todavía, ser
identificada siempre en
los hechos de la
Humanidad.
3. Nuestro Dios es un
Dios aun desconocido,
cual era para los Vedas
y para los sabios del
Areópago de Atenas. No
obstante, en el estado
evolutivo en que nos
encontramos podemos
sentir que Dios no es
una abstracción
metafísica, un ideal que
no existe.
No; Dios es un ser vivo,
sensible, consciente.
Dios es una realidad
activa.
Dios es nuestro Padre,
nuestro guía, nuestro
conductor, nuestro mejor
amigo.
4. Kardec preguntó a los
Espíritus: “¿Qué es
Dios?” y no ¿quién es
Dios? Los Espíritus
respondieron: “Dios es
la Inteligencia suprema,
causa primera de todas
las cosas” (L.E., ítem
1)
5. Decir que Dios es
infinito es un error,
consecuencia de la
pobreza de nuestro
lenguaje, que es
insuficiente para
definir las cosas que
están por encima de
nuestra inteligencia.
6. Dios – enseña Kardec
– es infinito en sus
perfecciones, pero lo
infinito es una
abstracción. Decir que
Dios es infinito es
tomar el atributo por la
propia cosa, y definir
una cosa que no es
conocida por otra que
tampoco no es.
La existencia de Dios y
sus pruebas
7. En “El Libro de los
Espíritus” los
inmortales nos dicen que
podemos encontrar la
prueba de la existencia
de Dios en un axioma
bastante conocido de los
hombres, según el cual
“no hay efecto sin
causa”. Basta que
busquemos la causa de
todo lo que no
constituye obra del
hombre y nuestra razón
responderá.
8. Todos los hombres
cargaran en sí el
sentimiento intuitivo de
Dios, una prueba de que
la creencia en un Ser
superior no es producto
de la educación o de
ideas adquiridas, ya que
hasta los salvajes lo
poseen. Ahora, si fuese
la idea de Dios producto
de la educación, no
sería universal, sino
restringida a ciertos
lugares.
La causa primera de la
formación de las cosas
9. Atribuir la formación
primera de las cosas a
las propiedades íntimas
de la materia – afirman
los Espíritus –
equivalente a tomar el
efecto por la causa,
porque esas propiedades
son ellas mismas un
efecto que debe tener
una causa.
10. La armonía que
regula las actividades
del Universo revela
combinaciones y fines
determinados y, por eso
mismo, nos muestra la
acción de una fuerza
inteligente. Atribuir
esa formación primera al
acaso sería, de igual
modo, un contrasentido,
porque el acaso es ciego
y no puede producir
cosas inteligentes. Un
acaso inteligente no
sería más el acaso
11. Por la obra se
reconoce al artífice.
Ningún ser humano puede
crear lo que la
Naturaleza produce por
sí misma. La causa
primera es, por tanto,
una inteligencia
superior a la Humanidad.
Cuanto mayor es el
prodigio realizado por
la inteligencia humana,
esa inteligencia tiene,
ella misma, una causa, y
cuanto más grande es lo
que ella realiza, más la
causa primera debe ser
grande.
12. Esa inteligencia
superior es la causa
primera de todas las
cosas, cualquiera que
sea el nombre bajo el
cual el hombre la
designe – Dios, Allah,
Jehová. El nombre es,
para el caso, lo que
menos importa.
Respuestas a las
cuestiones propuestas
1. ¿Podemos afirmar que
Dios es un ser vivo,
sensible, consciente?
R.: Si. Dios es um ser
vivo, sensible,
consciente.
Dios es una realidad
activa. Dios es nuestro
Padre, nuestro guía,
nuestro conductor,
nuestro mejor amigo.
2. ¿Como los Espíritus,
en respuesta a Kardec,
definieron a Dios?
R.: “Dios es la
Inteligencia suprema,
causa primera de todas
las cosas.”
3. ¿Cuáles son las
pruebas referidas por
los Espíritus acerca de
la existencia de Dios?
R.: Los inmortales nos
dicen que podemos
encontrar la prueba de
la existencia de Dios en
un axioma bastante
conocido de los hombres,
según el cual “no hay
efecto sin causa”. Basta
que procuremos la causa
de todo lo que no
constituye obra del
hombre y nuestra razón
responderá.
4. ¿El sentido intuitivo
que tenemos de Dios es
producto de la educación
y de las ideas
adquiridas?
R.: No, ya que hasta los
salvajes lo poseen.
Ahora, si fuese la idea
de Dios producto de la
educación, no sería
universal, sino
restringida a ciertos
lugares.
5. ¿La formación primera
del Universo no sería
fruto de un acaso
inteligente? ¿Por qué?
R.: Atribuir la
formación primera de las
cosas a las propiedades
íntimas de la materia –
afirman los Espíritus –
equivale a tomar el
efecto por la causa,
porque esas propiedades
son ellas mismas un
efecto por la causa,
porque esas propiedades
son ellas mismas un
efecto que debe tener
también una causa. La
armonía que regula las
actividades del Universo
revela combinaciones y
fines determinados y,
por eso mismo, nos
muestra la acción de una
fuerza inteligente.
Atribuir esa formación
primera al acaso sería,
de igual modo, un
contrasentido, porque el
acaso es ciego y no
puede producir cosas
inteligentes. Un acaso
no sería más acaso.
Bibliografia:
"O Livro
dos Espíritos", de Allan
Kardec, itens 1 a 13.
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