Vamos a hablar
de una creencia
común, tal vez
incluso
universal, que,
según nuestra
comprensión,
tiene base
doctrinaria,
pero, en el
inicio, podrá
causar estrañeza
a algunos de los
estudiosos del
Espiritismo.
¿Será que el mal
de ojo es
simplemente una
superstición o
una realidad
percibida por la
sabiduría
popular? He aquí
la cuestión.
Mal de ojo u ojo
pesado es una
creencia
folclórica(probablemente
muy antigua por
ser observada
entre varios
pueblos) de que
la envidia de
alguien,
demostrada por
la mirada o no,
puede venir a
ocasionar la
degradación del
blanco de la
envidia o de una
buena suerte.
Para tanto, en
todas las
culturas en
diversos tiempos
de la historia,
fueron creados
amuletos contra
el mal de ojo,
como nazar (1)
En la tradición
bíblica, el mal
de ojo tiene
vinculaciones
con la
restricción a la
codicia (Éxodo
20). (WIKIPÉDIA,
Internet,
negrita nuestra).
Trajimos la
definición en la
Wikipedia que,
aunque no muy
fiable, servirá
sólo para
resaltar que
muchas personas
ven el mal de
ojo como una
creencia
folclórica. Pero
no sería el caso
de cuestionarse:
ahora, si es una
tradición que se
nota “en todas
las culturas en
diversos tiempos
de la historia”,
y que en todo
momento son
presenciadas y
narradas
ocurrencias que
llevan a
personas a, por
lo menos,
sospechar de su
existencia, ¿por
qué sólo se
considera como
producto de la
imaginación?
Cada vez estamos
más convencidos
de que, cuando
una cosa es
universal, ella
es un hecho,
aunque pueda ser
interpretada de
forma
equivocada, dada
la falta de
conocimiento de
los mecanismos
que la hacen
funcionar. Tal
vez un buen
ejemplo de eso
sea la creencia
en fantasmas,
que es,
ciertamente,
universal, lo
que, en el, en
el Espiritismo,
se demostró ser
el alma de los
muertos
manifestándose a
los “vivos”.
Popularmente se
practican hasta
incluso ciertos
rituales en el
intento de
“cerrar el
cuerpo” contra
el mal de ojo.
Se comprueba su
realidad con dos
hechos que son
de conocimiento,
especialmente,
de personas del
interior. Hoy
con la
concentración
urbana, está
perdiéndose esa
cultura.
Una de ellas es
el mal de ojo
dirigido contra
plantas. Una
persona visita
otra, que tiene
un lindo jarrón
de samambaia; la
visitante,
mirando para él,
dice: “Que
samambaia linda,
nunca vi una
igual”. Es lo
que basta; al
otro día por la
mañana, la pobre
planta está toda
languida,
pareciendo que
le pasaron una
tufarada de
fuego. Muchas
plantas llegan
aún a morir,
algunas pocas
consiguen
sobrevivir, pero
necesitaron
muchos cuidados.
La otra dice
respecto a los
niños que,
después de un
elogio de
determinada
persona, muchas
veces amiga de
la familia,
quedan agitados,
no consiguen
dormir bien,
hasta que
alguien sugiere:
“Llévelo para
bendecir”. Dicho
y hecho, después
de ser bendecido
el niño vuelve a
la situación
normal, un
angelito.
Las bendecidoras
son,
generalmente,
señoras maduras
con
desprendimento
envidiable que,
por lo normal,
sólo practican
la bendición en
niños. Lo
interesante es
que “sale bien”,
quieran creer o
no los que no
están
acostumbrados
con “esas cosas”
de gente del
interior o de la
periferia de
ciudades
grandes.
Emmanuel, en O
Consolador,
respondiendo a
la pregunta “¿la
llamada
bendición, en
los medios
populares, será
una modalidad de
pase?”,
afirma
categórico: “Las
llamadas
'bendiciones',
tan comunes en
el ambiente
popular, siempre
que son
empleadas en la
caridad, son
expresiones
humildes del
pase
regenerador,
normalizado em
las
instituciones
espiritistas de
socorro y
asistencia”.
(XAVIER, 1986,
p. 68)
Veamos, en tres
fuentes
distintas, lo
que tenemos para
la sustentación
de eso:
1ª) Estudiosos.
Jacob de Melo
(1952), en Cúrese
y cure por los
pases,
aborda el tema:
Si existe um
fluido o una
energía
benéfica, ¿podrá
tener también
aquella que
perjudica?
A buen seguro.
Todas las veces
que vibramos
negativamente o
deseamos el mal
para alguien,
estamos
produciendo un
mal fluido, un
fluidodesarmonizado,
un campo
desestructurador.
Por eso aún,
este puede ser
calificado como
un fluido
perjudicial.
[…].
¿Qué sería um
“mal de ojo”, un
“fetiche”?
De parte de
quien lo sufre,
se trata de la
absorción de una
carga fluídica,
la cual
contamina o aún
congestiona uno
o más centros
vitales
importantes,
generando el
fallo del(s)
mismo(s),
terminando por
transferir la
maldad para lo(s)
órgano (a los)
físicos
correspondientes. De
parte de quien
lo realiza es
la emisión de
una carga
fluídica muy
densa, dirigida,
de forma
intencionada o
no, a personas,
plantas y/o
animales.
¿Por qué los
niños están más
sujetos a los
males de ojos
que los adultos?
Porque en los
niños los
centros vitales
son “menores” y
más sensibles.
En ellos están
estructurados
para procesar
fluidos más
refinados y
sútiles que los
elaborados para
los adultos,
además de, por
sus dimensiones,
“trabajen” más
pequeñas
cantidades de
fluidos. Cuando
reciben cargas
fluídicas densas
y/o en grandes
cantidades, esos
centros entran
rápidamente en
congestión
fluídica, de ahí
viniendo el
fallo de los
mismos. […].
¿Y para que
sirve la rama
que la rezadora
usa?
Es una especie
de catalizador,
un señalizador.
Estando el niño
bajo congestión
fluídica, el
pasar de la mano
de la rezadora
hará el
movimiento de
los fluidos allí
estacionados. Ya
que entre la
mano de la
rezadora y el
cuerpo del niño
existe una
planta, los
fluidos pasarán
por esta. Como
el medio vegetal
es incompatible
con las cargas
fluídicas en
movimiento, él
va fulminando y,
a depender del
cuánto fluido
causante de la
congestión, la
rapidez será
mayor o más
pequeña. […].
En el Programa
Transición,
número 007 de
23.11.2008,
disponible en la
web KARDEC.TV,
el médium
Divaldo Pereira
Franco (1927- ),
explicando sobre
el tema mal de
ojo y fetichería,
dijo:
“[…]
Naturalmente la
Doctrina
Espírita examina
la problemática
del punto de
vista de los
fenómenos
anímicos. El
denominado mal
de ojo nada más
es que una
intensa
vibración mental
de alguien que
es dominado por
sentimientos
inferiores – la
envidia, la
competitividad –
y al descargar
esta onda de
sentimientos
negativos y
vibraciones
perversas, muchas
veces alcanza a
aquel contra el
cual es dirigido
ese pensamiento
perturbador. Y
lo alcanza
porque el otro
se encuentra en
un rango
vibratorio
equivalente, y a
través del
fenómeno de la
sintonía capta
aquella descarga
perturbadora.
[…]”. (FRANCO,
2008, negrita
nuestra).
En la obra Diversidad
de los carismas:
teoría y
práctica de la
mediumnidad,
autoría de
Hermínio Corrêa
de Miranda
(1920-2013), hay
referencia sobre
este asunto:
[...] ¿Y el
problema del mal
de ojo? ¿Existe
de verdad?
Como vimos, los
espíritus no lo
niegan al
afirmar que hay
personas dotadas
de gran fuerza
magnética de la
cual pueden
hacer mal uso.(MIRANDA,
1991, p. 311,
negrita
nuestra).
(Este artículo
será concluído
em la próxima
edición de esta
revista.)
Referências
bibliográficas:
CARVALHO, V. L.
M. Ah,
se eu pudesse
voltar no tempo! São
Paulo: Petit,
2006.
FRANCO, D. P. Autodescobrimento
– uma busca
interior. Salvador:
LEAL, 2006.
KARDEC, A. A
Gênese. Rio
de Janeiro: FEB,
2007e.
MIRANDA, H. C. Diversidade
dos carismas:
teoria e prática
da mediunidade.
Vol. I. Niterói,
RJ: Arte e
Cultura, 1991.
MELO, J. Cure-se
e cure pelos
passes.
Natal: Vida &
Saber, 2003.
PERES, N. P. Manual
prático do
espírita.
São Paulo:
Pensamento,
1989.
TEIXEIRA, R. J. Rosângela.
Niterói, RJ:
Fráter, 1996.
XAVIER, F. C. Missionários
da Luz. Rio
de Janeiro: FEB,
1986b.
XAVIER, F. C. O
Consolador.
Rio de Janeiro:
FEB, 1986a.
FRANCO, D. P. Mau
olhado e
feitiçaria in
http://www.kardec.tv/video/transicao-tv/371/transicao-007-mal-olhado-e-feiticaria,
acesso em
08.08.2013.
http://pt.wikipedia.org/wiki/Mau-olhado,
acesso em
08.08.2013.]
Mau-olhado em
plantas: http://imguol.com/2012/10/26/ilustracao---olho-gordo-1351284447561_615x300.jpg
Mau-olhado
criança
(adaptada):
http://www.meusnervos.com.br/wp-content/uploads/2013/01/Mal-olhado-medico-SUS-01.jpg
Paulo Neto
mantém na
internet o
website www.paulosnetos.net
[1] Nazar
o Piedra
contra
el mal
de ojo
también
llamado
“ojo
turco” (en
turco:
nazar
boncugu)
es um
amuleto
que se
destina
a
proteger
contra
el mal
de ojo
[...]. (WIKIPEDIA).
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