Un poco más
adelante,
detallando,
explica Hermínio
de Miranda:
Es cierto, sin
embargo, que
fuerzas mentales
poderosas pueden
ser manipuladas
por el
pensamiento y
por la voluntad. No
hay, por lo
tanto, mal de
ojo en el
sentido de que
una simple
mirada pueda
hacer marchitar
una planta o
enfermar a una
persona; hay,
sin embargo,
sentimientos
desarmonizados
que, potenciados
por la voluntad
consciente o
inconsciente,
acarrean
disturbios
considerables en
personas,
animales o
plantas.
El pensamiento
es la más
poderosa energía
en el Universo y
circula por un
sistema perfecto
de vasos
comunicantes, a
través de toda
la naturaleza.
Según las
intenciones bajo
las cuales es
emitido, tanto
puede construir
cómo destruir.
Dar vida, como
retirarla. Nada
más que eso.
(MIRANDA, 1991,
P. 320, negrita
nuestra).
Ney Prieto
Peres, en Manual
práctico del
espírita, trata
de esse asunto:
El propio
conocimiento
popular ya
definió el
concepto de “mal
de ojo”, que, al
ser dirigido por
determinadas
criaturas, a
tantos causa
perjuicios en
sus bienes
materiales, como
en el malestar y
la
indisposición. Es
la vibración que
el envidioso
emite de tan
fuerte
implicación
negativa, que,
al alcanzar a
alguien
desprotegido y
desprevenido,
realmente puede
provocar varios
males.
Mucho cuidado,
por lo tanto,
con los
sentimientos de
envidia que
vengamos a
emitir para
quien quiera que
sea, recordando
siempre que
cogeremos, para
nosotros mismos,
todo el mal que
a los otros
provoquemos.
(PERES, 1989, p.
82, negrita
nuestra).
2ª) Espíritus
El Espíritu
Antonio Carlos
por la médium
Vera Lúcia
Marinzeck de
Carvalho (¿?- ),
en la obra ¡Ah,
si yo pudiera
volver el
Tiempo!, la
correcta altura,
afirma:
[…] Incauto
quién no cree
que energías
negativas,
sean ellas
cuáles o de
quién sean, puedan
alcanzarnos,
como también
aquel que cree
que todo que nos
ocurre es por
influencia ajena.
Nunca se debe
olvidar de las
reacciones de
nuestras propias
acciones. Y si
vibramos en el
bien, nada de
malo nos
alcanzara.
(CARVALHO, 2006,
P. 103, negrita
nuestra).
Joanna de
Ângelis, mentora
del consagrado
médium baiano
Divaldo Franco,
em la obra
Autodescubrimiento
– uma
búsqueda
interior, teje
esas
consideraciones:
[…] son muchos
los efectos
perniciosos en
el cuerpo,
causados por los
pensamientos en
desaliño, por
las emociones
desajustadas,
por la mente
pesimista e
inquieta en la
disposición
celular.
Determinadas
emociones
fuertes –
miedo, cólera,
agresividad,
celos –
provocan una
alta descarga de
adrenalina en la
corriente
sanguínea,
gracias a las
glándulas
suprarrenales. A
su vez, esa
acción emocional
reaccionando en
lo físico, en él
produce aumento
de la tasa de
azúcar, más
fuerte
contracción
muscular, de
cara al
voluminoso riego
de la sangre y
su capacidad de
coagulación más
rápida.
La repetición
del fenómeno
provoca varias
enfermedades como
la diabetes, la
artritis, la
hipertensión… Así,
cada enfermedad
física trae un
componente
psíquico,
emocional o
espiritual
correspondiente. […]
(FRANCO, 2006,
p. 19-20,
negrita
nuestra).
3ª) En la
Codificación
En la obra La
Génesis,
cap. XIV – Los
fluidos, Kardec
hace varias
observaciones,
entre ellas
algunas que
tocan
directamente
nuestro asunto.
Es importante
buscar esa
confirmación,
pues validará
todas las
opiniones
anteriormente
colocadas.
15. Siendo los
fluidos el
vehículo del
pensamiento,
este actúa sobre
los fluidos como
el sonido sobre
el aire; ellos
nos traen el
pensamiento,
como el aire nos
trae el sonido.
[…].
16. Siendo esos
fluidos el
vehículo del
pensamiento y
pudiendo este
modificarles las
propiedades, es
evidente que
ellos deben
hallarse
impregnados de
las cualidades
buenas o malas
de los
pensamientos que
los hacen
vibrar, modificándose
por la pureza o
impureza de los
sentimientos. Los
malos
pensamientos
corrompen los
fluidos
espirituales,
como los miasmas
delétereos
corrompen el
aire respirable.
[…].
17. […] Como
los olores,
ellos [los
fluidos] son
designados por
sus propiedades,
sus efectos y
tipos originales. Bajo
el punto de
vista moral,
traen el cuño de
los sentimientos
de odio, de
envidia, de
celos, de
orgullo, de
egoísmo, de
violencia, de
hipocresia, de
bondad, de
benevolencia, de
amor, de caridad,
de dulzura,
etc. Bajo el
aspecto físico,
son excitantes,
calmantes,
penetrantes,
adstringentes,
irritantes,
dulcificantes,
soporíficos,
narcóticos,
tóxicos,
reparadores,
expulsivos; se
hacen fuerza de
transmisión, de
propulsión, etc.
El cuadro de los
fluidos sería,
pues, el de
todas las
pasiones, de las
virtudes y de
las adicciones
de la Humanidad
y de las
propiedades de
la materia,
correspondientes
a los efectos
que ellos
producen.
18. […] El
pensamiento del
encarnado actúa
sobre los
fluidos
espirituales,
como el de los
desencarnados, y
se transmite de
Espíritu a
Espíritu por las
mismas vías y,
conforme sea
bueno o malo,
sanea o vicia
los fluidos
ambientes.
[…].
Actuando esos
fluidos sobre el
periespíritu
este, a su
turno, reacciona
sobre el
organismo
material con el
que se halla en
contacto
molecular. Si
los eflúvios son
de buena
naturaleza, el
cuerpo recibe
una impresión
saludable; si
son malos, la
impresión es
penosa. Si
son permanentes
y enérgicos, los
efluvios malos
pueden ocasionar
desordenes
físicos; no es
otra la causa de
ciertas
enfermedades”.
(KARDEC, 2007y,
p. 324-327,
negrita
nuestra).
Creemos que
queda clara la
posición
doctrinaria
acerca del tema,
considerando la
base principal
que es el libro La
Génesis, así
como las
diversas
opiniones arriba
mencionadas.
Oportuno es que
traigamos una
preciosa página
del Espíritu
Rosângela,
psicografia de
José Raul
Teixeira (1949-
), que lleva el
título de “El
Pensamiento”:
Para usted que
sabe que el
pensamiento es
energía a
plasmar la vida,
surge el
imperativo de
cuidar bien
de sus fuentes,
para mejorar el
patrón de las
vibraciones que
parten del
interior del
alma.
Pensar es
construir…
Pensar es
sembrar…
Pensar es
producir…
Vea bien lo que
siembra, lo que
produce, en las
construcciones
de su vida, con
sus ondas
mentales.
Su pensamiento,
inestancable, es
usted a
proyectarse…
Piense mejor.
“¡Pensamiento es
vida!”
(TEIXEIRA, 1996,
p. 28-31).
Entendemos que
todo cuidado es
poco, por cuanto…
“el hechizo
puede volverse
contra el
hechicero”: “[…]
El desequilibrio
de la mente
puede determinar
la perturbación
general de las
células
orgánicas. […]
Las
intoxicaciones
del alma
determinan las
molestias del
cuerpo.” (Instructor
ALEXANDRE en
Missionários de
la Luz)
Volvamos al
Espíritu
Rosângela, en el
mensaje “El
huesped”:
Inicie la
higienización de
las piezas
interiores de su
alma, coloque
perfumes en su
casa íntima,
envuelva cada
compartimento
interno con el
necesario
silencio para
que Él se haga
el más suave
Huesped de su
vida, de ella
jamás, entonces,
apartándose.
¿De quién se
trata? ¿Por
ventura aún no
se percató que
le estoy
hablando de
Jesús?
¡INVÍTELO, pues,
sin más demora,
y hospédelo para
siempre!
(TEIXEIRA, 1996,
p. 111).
Podamos seguir
esas
advertencias
para que no
vengamos a
sufrir las
consecuencias de
nuestro
sentimiento de
envidia, que, en
verdad, es el
móvil del mal de
ojo.
Referências
bibliográficas:
CARVALHO, V. L.
M. Ah,
se eu pudesse
voltar no tempo! São
Paulo: Petit,
2006.
FRANCO, D. P. Autodescobrimento
– uma busca
interior. Salvador:
LEAL, 2006.
KARDEC, A. A
Gênese. Rio
de Janeiro: FEB,
2007e.
MIRANDA, H. C. Diversidade
dos carismas:
teoria e prática
da mediunidade.
Vol. I. Niterói,
RJ: Arte e
Cultura, 1991.
MELO, J. Cure-se
e cure pelos
passes.
Natal: Vida &
Saber, 2003.
PERES, N. P. Manual
prático do
espírita.
São Paulo:
Pensamento,
1989.
TEIXEIRA, R. J. Rosângela.
Niterói, RJ:
Fráter, 1996.
XAVIER, F. C. Missionários
da Luz. Rio
de Janeiro: FEB,
1986b.
XAVIER, F. C. O
Consolador.
Rio de Janeiro:
FEB, 1986a.
FRANCO, D. P. Mau
olhado e
feitiçaria in
http://www.kardec.tv/video/transicao-tv/371/transicao-007-mal-olhado-e-feiticaria,
acesso em
08.08.2013.
http://pt.wikipedia.org/wiki/Mau-olhado,
acesso em
08.08.2013.]
Mau-olhado em
plantas: http://imguol.com/2012/10/26/ilustracao---olho-gordo-1351284447561_615x300.jpg
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