Edmir Garcia:
“La
disminución del
número
de niño y jóvenes en
las casas espíritas
es una bomba de
relojería que tendrá
en un futuro próximo
serios problemas”
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Nuestro entrevistado
de esta semana, el
conferenciante Edmir
García (foto),
nació y reside en la
ciudad de Bebedouro,
en el interior de
Sao Paulo, donde es
profesor de Historia
y filosofía. En el
movimiento espírita
actúa coordinando
jóvenes espíritas,
dirigiendo reuniones
mediúmnicas y
profiriendo
conferencias por
todo el Estado de
San Pablo.
Actualmente ejerce
el cargo de
presidente de la
USE-Intermunicipal
de Bebedouro y viene
desarrollando
trabajo en pro del
movimiento de
unificación
espírita, mostrando
también un gran
entusiasmo por los
asuntos ligados a la
juventud,
principalmente a la
juventud espírita. Y
fue por ese
entusiasmo, que debe
|
caracterizar al
joven, que Garcia
nos concedió la
entrevista
siguiente. |
El Consolador: ¿Como
conoció el
Espiritismo?
En la infancia, a
través de mis primas
espíritas.
El
Consolador: ¿Ya
ocupó anteriormente
algún cargo de
dirigente espírita?
Sí. Ya fui dirigente
de la juventud
espírita, del Centro
y actualmente soy
presidente de la
USE-Intermunicipal
de Bebedouro.
El Consolador:
¿Cuantos años hace
que está usted al
frente de la USE
Bebedouro?
Participo en la USE
desde hace
aproximadamente 20
años
(evangelización,
juventud y
doctrina), pero
estoy en la
presidencia desde
hace 1 año.
El Consolador:
Sabemos que uno de
sus asuntos
predilectos es la
unificación
espírita. En su
opinión, ¿cómo está
el movimiento
espírita de
unificación?
He visto, con alguna
preocupación, que la
tan sonada
unificación entre
las casas espíritas
no es, todavía, una
realidad. Muchos
dirigentes,
principalmente los
que llegaron a la
Casa Espírita en la
fase adulta y que
participan de
Centros de mayor
porte, no entreven
la importancia del
intercambio entre
las casas, conforme
orientó Kardec.
Siempre procuro
alertar que “la
brasa fuera de la
hoguera apaga el
fuego”, pero aún no
conseguimos
sensibilizar a
muchos. Me preocupa
también el hecho de
que la Casa Espírita
sea colocada por
delante de la CAUSA
espírita.
El Consolador: Usted
citó el hecho de que
la Casa Espírita es
colocada por delante
de la Causa
espírita. En su
opinión, ¿Cuáles son
las mayores
dificultades del
movimiento espírita
en la actualidad, y
como hacer para
superarlas?
Las dificultades son
innumerables, pero
destacaría la
disminución del
número de niños y de
jóvenes en las casas
espíritas. Esta es
una bomba de
relojería que traerá
en un futuro
próximo, y sé que ya
lo está haciendo,
serios problemas de
reposición de los
trabajadores de las
casas. Así mismo,
dejamos de
concienciar a
individuos en la
edad más apta para
el aprendizaje y,
así, dejamos de
formar ciudadanos
espíritas.
El Consolador: Usted
es graduado en
Histoira y
post–graduado en
Psicopedagogía. ¿Qué
agrega su
experiencia
profesional como
educador a sus
actividades de
dirigente espírita?
El intercambio entre
mi experiencia
personal y
doctrinaria es
constante desde muy
pronto. El
movimiento espírita
me facilitó para
aprender a hablar en
público, ya que mi
facultad y
experiencia
profesional ayudan
mucho en las
exposiciones
espíritas.
El Consolador: ¿Ha
notado que la
juventud se interese
por asuntos
concernientes a la
espiritualidad y más
en particular por el
Espiritismo?
Infelizmente el
interés, de pocos,
es por pura
curiosidad. No he
percibido interés en
el estudio metódico
y serio sobre estas
cuestiones.
El Consolador: Su
militancia en el
Espiritismo está muy
ligada a la juventud
espírita. ¿Nota
alguna diferencia
entre los jóvenes de
su época y los
jóvenes de hoy? Si
es así, por favor,
háblenos de ellas.
Soy de una
generación que se
volvió más
politizada y, así
mismo, más crítica.
Teníamos un
movimiento, en el
Estado de San Pablo,
bastante dinámico.
La Juventud Espírita
de Bebedouro fue
fundada el 20 de
Mayo de 1931 (es la
más antigua del
Brasil), en ese
período pasó por
innumerables fases.
Hoy la MEB está
compuesta de
aproximadamente por
20 jóvenes (teníamos
100), hasta hace
poco en el
movimiento de
unificación (éramos
muy participativos),
se estudia poco
(éramos obcecados en
el estudio), no
posee actividades de
recreo/placer
(teníamos un grupo
de teatro, coral,
entrenamiento de
voleibol y
fútbol-sala,
fiestas, ping-pong,
jugar a la pelota,
excursiones, etc.)
no soy nostálgico,
creo en la mejoría
constante de las
cosas, pero no puedo
dejar de reconocer
que pasamos, en el
movimiento joven,
por una fase de poco
brillo.
El Consolador: Hace
algunos meses fue
hecha una
investigación en una
revista famosa que
muestra un
desconocimiento del
joven que se dice
espírita en relación
a los postulados
doctrinarios. ¿Qué
puede ser hecho para
que el joven tenga
más interés en
estudiar las obras
básicas de Allan
Kardec, y así tener
una sólida base
doctrinaria?
No tengo una
solución mágica para
este problema. Tanto
en la USE, como en
el grupo del país
espírita del que
participo, hemos
discutido diversas
alegaciones de los
jóvenes para esa
respuesta
verdaderamente
convincentes.
Existen diversas
alegaciones de los
jóvenes para ese
momento de las
juventudes espíritas,
pero ninguna de
ellas me parece
basada en
fundamentos. Alegan
muchos compromisos,
estudio en otras
ciudades etc.
Cuando buscamos
disculpas no
encontramos
realmente las
soluciones.
La causa central es
el “desinterés”.
Necesitamos entender
el “porqué” de ese
desinterés. El resto
es disculpa.
El Consolador: Sus
palabras finales.
¡Soy optimista! Creo
que las dificultades
que cité arriba
pueden ser y serán
superadas, sólo
entiendo que tenemos
el deber de buscar
caminos más
adecuados y con
menos dolor. Como
tantas veces fue
dicho por la
espiritualidad
amiga, estamos
pasando por una
transición en
nuestro planeta y
toda transición trae
algunas dificultades
naturales. Como
decía un gran amigo:
“La carroza va
andando y las
mariposas se van
alejando.”
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