Izabel Vitusso:

 “El Espiritismo es ciencia y ofrece un campo infinito para investigar”

El 4º Encuentro de los Historiadores e Investigadores, realizado el año pasado, dada la calidad y cantidad de investigaciones académicas que presentó, fortaleció la idea de que el Espiritismo es ciencia y abre un campo inmenso a la investigación

El Consolador: ¿Usted reside en la capital paulista hace cuánto tiempo?

Nacida en San Bernardo, ABC paulista, viví 18 años en tierras mineras (BH y Uberlândia) y hace ocho años vine para San Pablo, capital.

El Consolador: ¿Cómo conoció el Espiritismo?

Mis abuelos ya eran espíritas y desde pequeña me inicié en el movimiento espírita, acompañando a mis padres y hermanos.

El Consolador: ¿Ya ocupó u ocupa algún cargo de dirigente espírita?

En Uberlândia coordinaba el DIJ, Departamento de Infancia y Juventud, en el Centro Espírita Juana de Arco. Allí fui editora del periódico Vida Espírita, de la AME (Alianza Municipal Espírita). Aquí en San Pablo, estoy en la presidencia de la Editora Espírita Correo Fraterno y también represento el Departamento de Comunicación del CCDPE – Centro de Cultura, Desenvolvimiento e Investigación del Espiritismo Eduardo Carvalho Monteiro.

El Consolador: Sabemos que su vida está íntimamente ligada a la prensa y a la literatura espírita. ¿Cuáles son para usted las obras espíritas indispensables?

En la base de todo, sin duda, están las obras de la codificación, incluyendo el rico material dejado por Allan Kardec en la Revista Espírita. Los libros de André Luiz, León Denis, Emmanuel, Yvonne Pereira, Herculano Pires, Herminio Miranda siempre fueron mis referencias principales. Fueron ellas las que me ayudaron a formar mi base doctrinaria en la adolescencia, periodo en que yo leía casi compulsivamente.

El Consolador: ¿De qué forma usted, como editora del periódico espírita Correo Fraterno, analiza las muchas obras espíritas que han sido publicadas últimamente?

Pienso que vivimos un momento intenso de búsquedas, en un país en que la religiosidad es latente. Las masas vienen creciéndose interesándose por el espiritualismo. Es evidente que el mercado de libros sigue la tendencia del consumo, incluyendo el mercado del libro espírita. Y lo que vemos es un chorro de libros siendo lanzados, atendiendo a la demanda. En esa criba, el Espiritismo de un lado, se rebeneficia, porque nunca se leyó tanto sobre tantos asuntos. Pero pierde aliento, por la gran cantidad de obras confusas, en relación a los fundamentos del Espiritismo, y que poco añaden en profundidad y reflexión. ¿No sería más útil si se leyera un poco menos y se reflexionase un poco más?

El Consolador: ¿Nos habla un poco de la experiencia de participar del encuentro Nacional de los Historiadores Espíritas? ¿Cuáles son las experiencias evaluadas en el citado encuentro?

El 4º Encuentro de los Historiadores e Investigadores, promovido en septiembre último por el Centro de Cultura CCPPE y la Liga de los Historiadores e Investigadores del Espiritismo, fue de extrema importancia, por la integración, por el fortalecimiento de la idea de que Espiritismo es ciencia y ofrece un campo infinito para investigar. Prueba de eso fue la calidad y la cantidad de investigaciones académicas presentadas. También fue un momento importante para nosotros de los medios espíritas, cuando se reflexionó sobre el poderoso instrumento que el representa para la preservación de la memoria espírita. En ese requisito, el asunto giró alrededor de la propia historia del periódico Correo Fraterno, que en 40 años de circulación reunió un cúmulo grande de preciosidades sobre la historia del Espiritismo en Brasil y en el mundo.

El Consolador: Como su formación es en comunicación social, le pedimos que haga un análisis de cómo está la comunicación entre los espíritas? ¿Será que el espírita sabe comunicarse con el universo de personas no espíritas?

Vivimos tiempos de cambios acelerados. Nuestro comportamiento como consumidores, oyentes, lectores viene alterándose rápidamente. Nosotros los espíritas necesitamos entender la necesidad de adecuarnos a la forma de comunicarnos, atendiendo al nuevo perfil de las personas interesadas en el Espiritismo. Ser coherente con la Doctrina no nos obliga a escribir o hablar con un vocabulario y formación de frases muy comunes 60 años atrás. Otro hábito que desarrollamos es el hablar usando el discurso para nosotros los espíritas, como si no hubiese personas no espíritas interesadas en saber sobre el. Adecuarse al tiempo de la globalización, a mi ver, incluye acciones como esas.

El Consolador: En marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer. ¿Hasta cuándo deberemos tener fechas conmemorativas para hacernos recordar cosas elementales, como por ejemplo, el respeto y la dignidad que toda mujer merece?

Me parece que la sociedad necesitará un tiempo aun  para establecer fechas que la remitan a ritos y pasajes. No encuentro que tener fechas conmemorativas establecidas sea propiamente un problema. El daño está en la visión rasa de las personas delante de ella. Es Día de las Madres, se entrega un regalo, pero no se aprovecha la fecha para una evaluación de la relación familiar, o incluso sobre las iniciativas individuales en el campo notable que podrían amenizar cuestiones sociales como la orfandad, por ejemplo. Promover reflexiones más profundas en esas fechas es un trabajo que las casas espíritas tienen mucho que contribuir. Lo que no podemos es restringirnos a quejarnos que tales conmemoraciones atienden hoy sólo a los apelos del mercado. Ese es uno de los discursos que se necesita cambiar.

El Consolador: Delante de la crisis económica mundial y del pedido sistemático de algunos políticos para que no paremos de consumir, ¿cómo debe portarse el espírita en base a los apelos consumistas?

El espírita, mientras se esfuerce para mantener sus acciones y pensamientos ajustados con lo que nos enseña la doctrina espírita, vive en el mundo de la materia, rodeado por los apelos del consumo. Está en el buen sentido de cada uno establecer, en tiempo o no de crisis, lo que juzga una relación saludable en el campo del consumo y de la posesión. Nosotros los espíritas sólo no podemos sujetar el acto de consumir a algo pecaminoso. El riesgo está sí en el apego a la materia, en las adquisiciones compulsivas y desenfrenadas, en el egocentrismo, en la vanidad exacerbada, fruto del egoísmo que impide nuestro verdadero progreso. Y es justamente cuando el progreso necesita avanzar que la crisis aparece. Eso es lo que nos enseña El Libro de los Espíritus, en el cap. VIII, de la Ley del Progreso.

El Consolador: Sus palabras finales.

Agradezco el cariño y la oportunidad de reflexionar sobre esas cuestiones importantes. Es esta reflexión y el cambio de ideas lo que nos hace aprender, mejorar y avanzar juntos.