Identificación de las
fuentes de comunicación
Presentamos en esta edición
el tema
nº
108
del Estudio Sistematizado de
la Doctrina Espirita, que
está siendo presentado aquí
semanalmente, de acuerdo con
el programa elaborado por la
Federación Espirita
Brasileña, estructurado en
seis módulos y 147 temas.
Si el lector utiliza este
programa para el estudio en
grupo, sugerimos que las
cuestiones propuestas sean
debatidas libremente antes
de la lectura del texto que
a ellas sigue.
Si es destinado solamente
para uso por parte del
lector, pedimos que el
interesado intente
inicialmente responder las
cuestiones y solo después
lea el texto referido. Las
respuestas correspondientes
a las cuestiones presentadas
se encuentran al final del
texto abajo.
Cuestiones
para debate
1. ¿Identificar a los
Espíritus que se comunican
es una cuestión importante
en la práctica espírita?
2. ¿Cuándo la identidad del
Espíritu comunicante se
vuelve más fácil?
3. ¿Qué criterio debemos
utilizar para juzgar la
cualidad de los Espíritus
comunicantes?
4. ¿Qué consejo nos da
Kardec al respecto del
análisis de las
comunicaciones espíritas?
5. ¿Es posible distinguir a
los buenos y los malos
Espíritus por las
impresiones que nos causan?
Texto para la
lectura
La identidad más fácil de
conseguir es la de los
Espíritus de personalidades
antiguas
1. La cuestión de la
identidad de los Espíritus
es una de las más
controvertidas, porque los
Espíritus no nos pueden
presentar documento de
identidad y algunos de ellos
toman nombres que nunca les
pertenecieron. Por esa
razón, esta es, después de
la obsesión, una de las
mayores dificultades del
Espiritismo práctico, aunque
constituya, en muchos casos,
una cuestión secundaria y
sin real importancia.
2. Cosa bien diferente es
evaluar el valor de los
Espíritus y, para eso, no
hay otro criterio, sino el
buen sentido. Los Espíritus
superiores usan
constantemente un lenguaje
noble, digno, sacado de la
más alta moralidad, mientras
que el lenguaje de los
Espíritus inferiores es
inconsecuente, a menudo
trivial y hasta grosero. El
Espiritismo enseña que los
Espíritus comunicantes deben
ser identificados por sus
ideas y por la esencia
espiritual de sus palabras,
tanto como por los
sentimientos que inspiran y
por los consejos que dan.
3. Cuando se manifiesta el
Espíritu de alguien que
conocemos personalmente, de
un pariente o de un amigo,
sucede generalmente que su
lenguaje se revele de
acuerdo con el carácter que
él tenía a nuestros ojos,
cuando encarnado, lo que
constituye indicio
importante de
identificación.
4. La identidad de los
Espíritus de personalidades
antiguas es más difícil de
conseguir, y a veces se hace
imposible, por lo que
quedamos restringidos a una
apreciación puramente moral,
contrariamente al que se da
cuando se trata de Espíritus
contemporáneos, cuyos
caracteres y hábitos son
conocidos.
Debemos someter las
comunicaciones a un análisis
escrupuloso
5. Las pruebas más completas
de identidad son muchas
veces suministradas por
Espíritus desconocidos del
médium y de los asistentes,
los cuales indican elementos
de identificación que un
examen posterior comprueba
que sean exactos.
6. El Codificador del
Espiritismo dedicó el cap.
XXIV, 2ª parte, ítems 255 a
268 de El Libro de los
Médiums, al trato de la
identidad de los Espíritus.
He ahí un resumen de lo que
él escribió sobre el asunto:
a) después de la obsesión,
la cuestión de la identidad
de los Espíritus es una de
las mayores dificultades del
Espiritismo práctico;
b) muchos Espíritus
superiores que se pueden
comunicar no poseen un
nombre para nosotros;
c) la identidad se hace más
fácil cuando se trata de
Espíritus contemporáneos;
d) las pruebas de la
identidad surgen
naturalmente;
e) la semejanza de la
caligrafía y de la firma es
una prueba relativa;
f) la mejor prueba de
identidad está en el
lenguaje y en las
circunstancias, pero no en
la forma del lenguaje y sí
en su contenido, pues jamás
la ignorancia imitará el
verdadero saber y jamás la
adicción imitará la
verdadera virtud: siempre en
algún lugar aparecerá la
señal de la impostura;
g) la identidad de los
Espíritus puede ser
considerada una cuestión
accesoria, pero la
distinción entre buenos y
malos Espíritus no lo es;
h) juzgamos a los Espíritus
por el contenido de su
lenguaje: todo lo que, en su
lenguaje, revela falta de
bondad o benevolencia no
puede venir de un buen
Espíritu;
i) inteligencia no es señal
correcta de superioridad,
porque la inteligencia y la
moral no siempre caminan
juntas;
j) las señales de los
Espíritus elevados son la
superioridad de sus ideas y
de su lenguaje.
7. Kardec nos recomienda que
debemos someter todas las
comunicaciones a un análisis
escrupuloso, examinando
atentamente el pensamiento y
las expresiones y
rechazando, sin dudar, todo
lo que peca contra la lógica
y el bueno sentido, todo lo
que desmienta el carácter
del Espíritu que se pretende
pasar por una entidad
elevada. Afirma el
Codificador: "Repetimos que
este medio es el único, sin
embargo es infalible, porque
no existe una comunicación
mala que pueda resistir a
una crítica rigurosa" (“El
Libro de los Médiums”, cap.
XXIV, ítem 266).
8. En el cap. XXIV, ítem
267, de la misma obra, el
Codificador arroja 26
principios fundamentales
para reconocer la calidad de
los Espíritus comunicantes,
principios esos que médiums
y dirigentes de grupos
mediúmnicos deberían tener
siempre presentes en sus
estudios.
Es posible reconocer a los
buenos Espíritus por la
impresión que nos causan
9. Es preciso entender que
no siempre es importante
identificar a los Espíritus
que se comunican en las
sesiones. Cuando estamos en
una reunión de desobsesión o
de esclarecimiento a
desencarnados, no hay, casi
siempre, necesidad de
desvelar la identidad del
Espíritu sufridor, que, en
la mayoría de las veces, se
encuentra en estado de gran
perturbación espiritual,
siendo por eso reprobable en
tales casos la práctica de
pedirles a ellos el nombre,
tanto como otros pormenores
para su identificación.
10. Las entidades
espirituales que
habitualmente se comunican
con nosotros acaban por
hacerse conocidas y
queridas, a punto de ser
consideradas miembros del
equipo. Cuando se
manifiestan, son reconocidas
por su modo de hablar, por
el estilo y por el contenido
del mensaje.
11. Si se comunican por
otros médiums, pueden sufrir
la influencia del clima
mental del intermediario. La
interferencia del médium en
la comunicación es muy
grande. El filtro mediúmnico
puede procesarse,
dependiendo del médium, con
mayor o menor autenticidad,
con miras a la diversidad de
aptitudes y recursos que los
médiums presentan.
12. De un modo general
podemos distinguir, a través
de la sensibilidad
mediúmnica, el grado de
evolución de las entidades
desencarnadas que nos pasan
sensaciones agradables o
desagradables. Enseña
Kardec: "Muchos médiums
reconocen a los buenos y a
los malos Espíritus por la
impresión agradable o penosa
que experimentan con su
aproximación". Cuando el
Espíritu es feliz, su estado
es tranquilo, leve,
tranquilo; cuando es
infeliz, es agitado, febril,
y esta agitación pasa
naturalmente para el sistema
nervioso del médium. Si la
visita del Espíritu al grupo
se repite, eso nos da
condiciones de, con el
tiempo y la práctica,
identificarlo por las
sensaciones que causa su
aproximación.
Respuestas a las cuestiones propuestas
1. ¿Identificar a los
Espíritus que se comunican
es una cuestión importante
en la práctica espírita?
No. Aunque constituya
después de la obsesión, una
de las mayores dificultades
del Espiritismo práctico,
identificar a los Espíritus
comunicantes es, en muchos
casos, una cuestión
secundaria y sin una real
importancia.
2. ¿Cuando la identidad del
Espíritu comunicante se
vuelve más fácil?
La identidad de los
Espíritus de personalidades
antiguas es más fácil de
conseguir, y a veces se hace
imposible, contrariamente a
lo que se da cuando se trata
de Espíritus contemporáneos,
cuyos caracteres y hábitos
son conocidos, lo que vuelve
su identificación más fácil.
3. ¿Qué criterio debemos
utilizar para juzgar la
cualidad de los Espíritus
comunicantes?
Para evaluar el valor de los
Espíritus no hay otro
criterio, sino el buen
sentido. Los Espíritus
superiores usan
constantemente un lenguaje
noble, digno, tocado de la
más alta moralidad, mientras
que el lenguaje de los
Espíritus inferiores es
inconsecuente, a menudo
trivial y hasta grosero. Los
Espíritus comunicantes deben
pues, ser identificados por
sus ideas y por la esencia
espiritual de sus palabras,
tanto como por los
sentimientos que inspiran y
por los consejos que dan.
4. ¿Qué consejo nos da
Kardec al respecto del
análisis de las
comunicaciones espíritas?
Kardec nos recomienda que
debemos someter las
comunicaciones a un análisis
escrupuloso, examinando
atentamente el pensamiento y
las expresiones y rechazar,
sin dudar, todo lo que peca
contra la lógica y el buen
sentido, todo lo que
desmienta el carácter del
Espíritu que se pretende
pasar por una entidad
elevada.
5. ¿Es posible distinguir a
los buenos y a los malos
Espíritus por las
impresiones que nos causan?
Sí. De un modo general
podemos distinguir, a través
de la sensibilidad
mediúmnica, el grado de
evolución de las entidades
desencarnadas, que nos pasan
sensaciones agradables o
desagradables. Cuando el
Espíritu es feliz, su estado
es tranquilo, leve, calmado;
cuando es infeliz, es
agitado, febril, y esta
agitación pasa naturalmente
para el sistema nervioso del
médium.
Bibliografia:
O Livro dos
Médiuns, de Allan Kardec,
itens 255, 257, 262, 263,
265, 267 e 268.
O Livro dos
Espíritos,de Allan Kardec,
Introdução, itens VI e XII.
Como
desenvolver a mediunidade,
de Paul Bodier, item 8.
No Invisível,
de Léon Denis, p. 314.
O
Consolador,de Emmanuel, obra
psicografada por Chico
Xavier, questão 379.