El último día 3 de octubre se conmemoró una cena festiva en Londrina el aniversario del 96 años del compañero y amigo Hugo Gonçalves, fundador y director del periódico O Imortal, que es una especie de hermano más mayor de esta revista y, por eso mismo, forma parte de las incontables secciones que componen nuestro site.

Una cena o cualquier festividad semejante es, sin embargo, muy poco para mostrar a ese amigo dilecto cuánto lo estimamos y cuánto le debimos por todo lo bueno que de él hemos recibido.

Hugo Gonçalves, además del hermano atento y generoso que todos conocen, es, por encima de todo, un ejemplo de espírita que no se contenta en dar su colaboración, sino que actúa firmemente – y así viene haciendo desde joven – en las diferentes áreas en que se puede desdoblar la tarea espírita.

Sea en la divulgación, sea en la asistencia social, sea en el movimiento de unificación, Hugo ha sido el gran líder de un trabajo que ya produjo frutos sabrosos y los ha de producir mucho más en este lugar de un País que esperamos se haga efectivamente un día el Corazón del Mundo y la Patria del Evangelio, lo que sólo depende de nosotros y de nuestro empeño.

Nuestro amigo llegó a los 96 años en plena actividad, hecho que comprueba como una existencia sin adicciones y dedicada al prójimo puede prolongarse, con salud, por muchos años.

En Cambé, en Londrina y en numerosos lugares Hugo es también llamado “Padrecito”, un tratamiento cariñoso que surgió en el transcurso de su relación con los niños que un día el destino llevó al Hogar Infantil Marília Barbosa, una obra fundada por Luís Picinin pero dirigida, prácticamente desde el inicio, por Hugo y su querida Dulce.

Discípulo directo de Cairbar Schutel, que también se caracterizó por la bondad y por la simplicidad, Hugo absorbió bien las lecciones del viejo maestro y, por eso, no hay quién, tras haberlo conocido en la intimidad, de él no guarde la mejor de las impresiones que un ser humano puede transmitir a otro ser humano.

Una faceta generalmente ignorada del trabajo de nuestro protagonista habla respeto a la obra de unificación del movimiento espírita paranaense, cuyo sistema federativo, con la creación de las Uniones Regionales Espíritas, mucho debe a su trabajo, a su visión, a su dedicación sin límites.

Con respecto a su actuación en la obra de divulgación del Espiritismo, la propia existencia del periódico O Imortal, con sus 55 años de circulación ininterrumpida, dispensa cualquier comentario, ya que Hugo es, en lo tocante a ese conocido periódico, no sólo el fundador y director, sino también su alma, su mente, su corazón – corazón que debería latir aún por muchos y muchos años, porque, más que nunca, necesitamos en la Tierra de personas como Hugo Gonçalves.