Destinos, Marcas
y Respuestas,
de cuentos
(2011, Mythos),
ambos
psicografiados,
además de dos
centenaresde
piezas teatrales
– siendo que
tres de ellas
están publicadas
en libros y son
comercializados
por la Editora
Electrónica Gato
Sabido:
Reencuentro - El
aborto bajo la
visión espírita,
Los Rabos del
Dragón –
Pieza Infantil y
Acuarela de
luz –
Educación para
el Tránsito. |
Las lúcidas
respuestas a la
presente
entrevista nos
traen preciosas
orientaciones.
¿De dónde y cómo
surgió la
voluntad de
escribir
cuentos?
Cuando joven,
escribía cuentos
y los leía en
reuniones
culturales en la
Sociedad Luso
Brasileña de
esta ciudad.
Percibí que era
muy bueno
hacerlos. Me
acuerdo de uno
que se llamaba:
"La Felicidad
Existe". Tuvo
buena
repercusión en
aquella época.
Después el
teatro entró
para valer
en mi vida. Dejé
los cuentos un
poco de lado. Un
día recomencé a
escribirlos y
adaptarlos para
el escenario.
Uno de
ellos,”Extraña
Caja”, fue
premiado en un
Festival de
Teatro de esta
ciudad. Otros yo
los montaba y
presentaba en
Centros
Espíritas.
Recientemente
tengo más de 120
cuentos
escritos,
distribuidos en
siete libros, a
ser publicados,
siendo que el
primero acaba de
salir:
Destinos, Marcas
y Respuestas
- Cuentos
inspiradores
para elevar el
alma. El
cuento Suarrina,
que forma parte
de esa Obra,
también tuvo
montaje para el
teatro.
¿Cuál es la
inspiración para
su elaboración?
Conecto el
ordenador, entro
en el Word,
configuro la
página y dejo
ocurrir. También
me emociono a
medida que la
historia va
surgiendo… No
las elaboro.
Ellas van
surgiendo. Oigo
frases enteras y
las transpongo
para la
pantalla. Así ha
sido
actualmente.
Generalmente los
mentores me
hablan el tipo
de obra a ser
escrita. Por
ejemplo, acabé
de escribir
dieciocho
cuentos que
formarán parte
del libro:
"Tocados Por
Él". Son
dieciocho
momentos de
personas
anónimas en la
historia que
tuvieron algún
tipo de contacto
con el Maestro
Jesús cuando Su
venida al Plano
Físico. Antes
fui
emocionalmente
preparado, pues
las historias
son envolventes
y conmovedoras.
En su contacto
con el
Espiritismo,
¿qué es lo que
más le llamó la
atención?
Varias
situaciones.
Cuando entré en
el Centro
Espírita de
verdad, yo había
escrito antes
una carta a
Chico Xavier. En
la carta yo
pedía que él me
orientara,
principalmente
sobre cómo
convivir con mi
mediumnidad
ostensiva. Chico
no me respondió
formalmente,
pero, seis días
después un
señor, hasta
entonces
desconocido, me
llevó a una casa
espírita que en
aquella época me
acogió. El
primer día de
reunión pública,
me senté en la
silla y pregunté
mentalmente:
"¿Jesús, quien
es el Señor"?
Acto continuo la
reunión pública
tuvo
inicio y la
directora de los
trabajos, Dña.
Isabel, la
inició diciendo:
"Jesús es aquel
hermano que en
la hora de
nuestras
dificultades
arremanga sus
mangas y nos
ayuda a
caminar".
Percibí que la
respuesta era
directa para mí.
Finalmente
podría convivir
con el Maestro
de manera más
concreta. Y
también admiro
en la Doctrina
Espírita su
empirismo y la
posibilidad que
tenemos que
estudiarla,
estudiando el
comportamiento
humano no sólo
de hoy, sino
también los de
todas las fases
y ciclos de la
historia de este
planeta.
Hoy, después de
décadas de
convivencia
espírita, ¿qué
visión tiene
usted de los
progresos
alcanzados por
la idea espírita
junto a la
mentalidad
humana?
Veo con alegría
contenida. La
Doctrina es muy
rica y pocas
personas quieren
bucear en ese
océano de luz.
Muchos quedan en
la periferia. Me
acuerdo de
Emmanuel cuando
dijo: "Para
comenzar el
entusiasmo
basta, pero para
proseguir es
necesario algo
más". Creo, con
todo, que con el
pasar de los
años los hombres
se concienciarán
mejor de este
tesoro que Jesús
permitió llegase
hasta nosotros.
¿Cómo es su
percepción del
auxilio
espiritual
cuando escribe?
Yo me entrego a
los escritores
del mundo
espiritual.
Tengo con ellos
una convivencia
plena. Desde
niño yo los
veía. A los seis
años comencé a
ver y hablar
directamente con
los Espíritus
desencarnados.
Hoy, cuando
escribo, ellos
están a mi lado
dictando el
texto.
No soy médium
mecánico. Toda
la información
pasa por mí
mente.
El trabajo sale
con naturalidad.
En su forma de
ver, ¿cómo los
cuentos pueden
ayudar al ser
humano a
comprender más
la vida y sus
mecanismos?
Pequeños trazos
muchas veces
enriquecen toda
una pantalla y
marcan
profundamente
los ojos y los
sentidos de
quienes los
aprecia. Así son
los cuentos.
Pequeños
momentos de
inmersión en un
hecho, en una
historia, que
pueden ayudar
con más
intensidad.
También escribo
romances. Ellos
enriquecen los
detalles. Los
cuentos traen el
hecho
directamente del
emisor al
receptor. La
aprehensión
mental de un
cuento se hace
con más
facilidad y su
conclusión puede
ser más
detallada por la
mente de quien
lo leyó. O sea,
actúa en el
sentido inverso
del romance.
Ambos son formas
literarias
bellísimas. Los
cuentos dan un
recado en la
puerta del
visitador. Los
romances entran
y toman con el
un vaso de zumo.
¿Cómo entró el
teatro en su
vida?
Comencé a los
ocho años, en
1958. Siempre
fui y estoy
enamorado de la
dramaturgia. Ya
escribí decenas
de piezas
espíritas,
infantiles y
empresariales.
Con un vasto
currículum de
presentaciones
en incontables
municipios
brasileños, me
dedico
actualmente a
dirigir
espectáculos
teatrales que
eduquen. Soy
fundador del
ART-VIDA - Grupo
de Teatro
Educativo.
Aproximadamente
400 entidades
públicas y
privadas ya
contrataron
nuestros
servicios. Hoy
escribo piezas
teatrales para
el mundo
empresarial y el
movimiento
espírita,
tanto infantil
como para el
público adulto.
Tengo la
felicidad de
haber visto
salir en el
libro de la
historia del
teatro de Juiz
de Fora,
publicado por la
Secretaría de
Cultura de aquí,
nuestro nombre
vinculado como
siendo el primer
grupo de teatro
espírita de esta
ciudad. Esto me
gratificó mucho.
Hablemos ahora
sobre
conferencias.
¿Cómo ha sentido
al público
oyente en las
que usted
profiere?
No entrando
nadie o no
pasando nadie al
frente del
público, la
atención es toda
volcada para las
informaciones
que pasamos.
Infelizmente el
público aún se
dispersa durante
las
exposiciones. Si
entra alguien,
desvían con
facilidad sus
miradas. Y mira
que,
en tesis, las
conferencias son
rápidas. Pero
siempre existen
aquellos que
fijan la
atención en
aquello que
exponemos.
Después nos
buscan e
intercambian
informaciones
quitando sus
dudas. Hallo un
trabajo
necesario y
enriquecedor
tanto para quien
lo hace como
para quien lo
absorbe.
¿Cuál, en su
visión, es la
mayor necesidad
del público
participante de
las reuniones
públicas
realizadas por
los centros
espíritas?
Envolverse
plenamente con
lo que está
siendo dicho. El
expositor
prepara el
estudio y lo
lleva para que
el público pueda
entender mejor
determinado
punto. Ya oí a
un director de
un centro
espírita decir
que las
conferencias son
innecesarias.
¡Que pena!
Siempre que no
estoy en la
tribuna, estoy
en la platea.
Asisto o hago
conferencias
todos los días,
y todos los días
me enriquezco
con ellas. El
público necesita
estar más
atento. Sólo así
podrá opinar con
justicia y
sabiduría cuando
es preguntado o
puesto en
situaciones de
conflictos
naturales para
sus
crecimientos.
¿Algo más que le
gustaría añadir?
¡Es magnífico
estar
reencarnado! Es
exuberante estar
reencarnado y
estudiando la
Doctrina
Espírita. Sin
ella la vida
queda más
pequeña y las
capacidades
cognitivas un
tanto
necesarias. Me
gustaría decir
para todo el
mundo el bien
que el
Espiritismo hizo
y hace en mi
vida. Me volvió
un
ser consciente y
entendedor de la
necesidad de la
cristianización.
Ser espírita es
salir del rótulo
de cristiano y
partir para
acciones
conscientes y
equilibradas.
Así debe ser.
Agradezco
profundamente a
Allan Kardec,
Chico Xavier,
Divaldo Franco y
tantos otros,
así como a los
mentores
espirituales que
trabajan en pro
de nuestro
progreso mental
y espiritual.
Sus palabras
finales.
Son de
agradecimiento,
principalmente
por la
oportunidad del
contacto con los
lectores. Pido a
Jesús que
envuelva a los
lectores en sus
bendiciones.
Digo a los
lectores que
investiguen,
cuestionen,
propongan. El
Espiritismo es
luz que aumenta
de intensidad a
medida que nos
profundizamos,
diferentemente
de túneles
oscuros que
quedan aún más
oscuros cuando
insistimos en
nuestros
prejuicios y
posturas
vencidas por
arcaicas y
enraizadas.
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