A los 19 años,
motivada por la
necesidad de
encontrar
respuestas
claras y
objetivas sobre
la existencia
del espíritu y
el sentido real
de la vida,
Marly buscó la
Sociedad
Espírita
Teresinha de
Jesús, donde
pasó a
frecuentar las
sesiones
doctrinarias y
los estudios
allí realizados,
viniendo más
tarde a hacerse
una trabajadora.
Hoy, ella está
en la
presidencia de
la casa, donde
actúa como
dirigente del
ESDE y del DIJ,
además de
trabajar en la
doctrinaria y en
la mediúmnica. |
Flávio,
incentivado por
la esposa, pasó
a frecuentar las
sesiones y leer
obras espíritas,
y en poco
tiempo, después
de comprender
cuestiones
básicas como la
reencarnación,
tuvo una enorme
disposición de
estudiar la
doctrina. Desde
entonces, a
mediados de
1990, ingresó en
la sociedad
pasando a
desarrollar
actividades
doctrinarias,
coordinando
grupos de
estudios,
participando de
directorias y
permanece hasta
hoy en ese
ideal. En el
momento, Flávio
colabora en el
área
doctrinaria, en
el ESDE y en la
Atención
Fraterna.
En la entrevista
siguiente, ellos
relatan a
nuestra revista
un poco de sus
ideas y
acciones.
Vosotros sois
dedicados
trabajadores de
la Casa
Espírita. ¿Qué
significa esto
en sus vidas?
La doctrina
espírita en
nuestras vidas
tiene un papel
fundamental.
Podemos afirmar
que nuestras
vidas están
organizadas de
tal forma que el
trabajo en la
casa espírita
nunca sea
comprometido.
Buscamos
conciliar la
vida en familia,
el trabajo y las
acciones en el
Movimiento
Espírita con la
misma dedicación
e interés. Por
encima de todo
somos
agradecidos a
Dios por el
privilegio de
ser espíritas y
de poder ser
útiles, a pesar
de nuestras
limitaciones.
¿Alguna
situación
ocurrida en la
vida los hizo
pensar en
desistir de la
actuación en la
línea de frente
de la Casa
Espírita?
Tuvimos muchos
momentos
difíciles, pero
jamás pensamos
en desistir,
pues nuestro
mayor compromiso
es con la
doctrina de
Cristo. Si con
el apoyo de la
doctrina los
percances,
frutos amargos
de nuestras
imperfecciones,
aparecen en el
camino,
¿imaginen lo que
ocurriría si no
tuviéramos ese
farol para
guiarnos?
¿Cómo buscais
vosotros adequar
el Centro
Espírita al
aumento de
público que se
verifica
últimamente?
En nuestra
sociedad
espírita el
público no ha
aumentado
considerablemente,
a no ser en
eventos como la
semana espírita,
cuando llega a
cuadruplicar.
Para eso tenemos
un equipo de
trabajo unido
que consigue
atender a toda
esa demanda.
Buscamos planear
con
antecedencia
las actividades
y distribuir las
tareas,
envolviendo a
todos los
trabajadores de
la casa.
¿Cómo buscan
atender las
necesidades de
los niños y
jóvenes que
llegan al Centro
Espírita?
De acuerdo con
nuestra realidad
buscamos hacer
lo mejor, dando
mayor énfasis a
la búsqueda de
conocimientos y
la preparación
de los
trabajadores
para la tarea,
propiciando un
espacio lúdico,
alegre y abierto
al diálogo para
los niños y
jóvenes.
Flávio, ¿cómo
usted, un
conceptuado
locutor, utiliza
el don de la voz
para auxiliar en
la construcción
de un mundo
mejor a través
de su profesión?
Como en
cualquier
profesión, para
el locutor es
importante ser
ético,
responsable y
por encima de
todo consciente
de la
responsabilidad
que tiene en la
vida de otras
personas. Busco
siempre que es
posible llevar
un mensaje de
optimismo, de
esperanza y de
fe a mis oyentes
y
renovar todos
los días mis
llamamientos a
Dios para que
pueda mi voz ser
una herramienta
del bien y de la
verdad, de la
defensa de la
paz, de los
valores morales
y al servicio de
un mundo mejor.
Pienso que
debemos vivir la
doctrina en
todos los
lugares y
situaciones en
que nos
encontramos
comprometidos.
Vosotros
realizáis la
Semana Espírita
de Lagoa
Vermelha. ¿Cómo
ocurre y cuál es
la repercusión
en la región?
La Semana
Espírita nació
en 2005 con el
objetivo de
conmemorar los
60 años de la
casa y de
divulgar la
doctrina a
través de
conferencias que
pudieran
despertar el
interés de las
personas,
esclareciendo y
profundizando
determinadas
cuestiones
doctrinarias.
Desde entonces,
ocurre todos los
años el mes de
febrero, mes de
aniversario de
la sociedad. Las
conferencias son
de lunes a
viernes. La
presencia del
público es
grande,
inclusive de
hermanos de
otras religiones
y que
generalmente no
conocían la casa
y la propia
doctrina. El
evento
está consolidado
y percibimos una
buena
repercusión en
la región más
próxima. Hemos
constatado que
varios de esos
participantes
pasan a
frecuentar
nuestras
sesiones
doctrinarias y
hasta grupos de
estudios
motivados por la
semana
espírita.
¿Cómo atender la
familia, en su
integridad, en
el Centro
Espírita?
Cuando un hombre
cae, la
humanidad cae
con él. Siendo
así, cuando un
hombre se
levanta de sus
caídas morales,
se yergue del
lodazal de su
ignorancia y
camina resoluto
en la dirección
de la luz, la
humanidad se
regenera y las
instituciones,
poco a poco, son
renovadas, la
unión es
restablecida y
la fraternidad
pasa a reinar.
Acoger con amor
a todos los que
llegan a un
hogar espírita
es deber de todo
el trabajador de
la casa y de la
causa. Ofrecer
apoyo en las
situaciones de
dificultades y
proponer
alternativas
para restablecer
el equilibrio
de todos, en los
trabajos y
acciones
posibles. El
incentivo a la
práctica del
Evangelio en el
hogar, la
evangelización
de los niños,
los grupos de
estudios, la
atención
fraterna, han
sido una puerta
abierta para la
familia en la
casa espírita.
Si paráramos
para pensar
sobre nuestra
reencarnación es
fácil constatar
que todo
comienza y todo
termina en la
familia. Es
preciso
preservar esa
institución,
verdadero taller
donde los
afectos se
renuevan, el
perdón se hace
posible, el
carácter es
perfeccionado y
los corazones se
encuentran.
Sus palabras
finales.
Agradecemos la
oportunidad de
ser útiles
recordando el
pensamiento de
Emmanuel: “Si
muchos
compañeros están
vigilando tus
gestos buscando
el punto débil
para criticar,
otros muchos
están fijando
ansiosamente el
camino en que
surgirás,
conduciendo
hasta ellos la
migaja del
socorro de que
necesitan para
sobrevivir. Es
imposible que no
sepas cuáles de
ellos forman el
grupo de trabajo
en que Jesús te
espera”. ¡Un
gran abrazo a
todos!
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