actualmente en
un grupo de
apoyo a médiums
y debe coordinar
el próximo grupo
del COEM – Curso
de Orientación y
Educación
Mediúmnica,
además de
participar
de un grupo
mediúmnico. |
Pedagoga,
Maestra en
Educación y
profesora en el
curso de
Pedagogía del
Instituto
Superior de
Educación de
Três Rios (RJ),
Sandrelena
conversó con
nosotros sobre
sus experiencias
con los jóvenes
espíritas,
dándonos
importantes
informaciones
sobre el asunto.
En su visión,
¿cuáles son las
expectativas de
los jóvenes en
la actualidad?
Sinceramente,
creo que ellos
desean construir
un presente y un
futuro mejor de
lo que están
viendo y
viviendo, pero
muchos se
encuentran
perdidos, no
saben qué camino
seguir, pues los
modelos
presentados por
la sociedad,
particularmente
por los medios,
no han
sido un
referente a ser
seguido. Ellos
niegan lo que se
les presenta,
pero aún no
saben hacer
diferente, lo
que los acaba
llevando a
cometer errores
semejantes.
¿La propuesta
académica es una
búsqueda
consciente del
joven o sólo un
medio necesario
a su
supervivencia en
cuanto a futuro
agente en el
mercado?
Infelizmente,
veo que gran
parte de los
jóvenes busca
una formación
académica más
por imposición y
exigencias
sociales que por
ideal de vida.
Saben que la
formación
académica no es
garantía de
constituirse una
persona mejor en
el mundo. Pienso
que el joven hoy
está más
preocupado con
su constitución
como persona que
necesariamente
profesional. Por
otro lado, la
sociedad ha
obligado a
adolescentes de
17 años a
escoger una
formación
profesional para
el resto de la
vida.
¿Actualmente,
cuáles los
segmentos más
buscados por los
jóvenes en
tratándose de
adquirir
conocimientos?
Depende mucho
del
conocimiento.
Pero, en el
medio en que
vivo, veo que
los jóvenes han
echado mano
principalmente
de las redes de
comunicación
(internet). Allí
ellos tienen
posibilidades de
lecturas
superficiales
hasta la
participación en
grupos de
discusión
profundizados
sobre
determinado
asunto. Sin
embargo, percibo
también que,
cuando el joven
encuentra un
profesor o
profesora (en el
espacio escolar)
que le
corresponde a
las expectativas
de atención y
posibilidad de
diálogo, este se
hace una
referencia.
¿Cómo llega la
propuesta
espírita para
los jóvenes que
no tuvieron un
nacimiento
espírita?
En nuestro
grupo, la mayor
parte de los
jóvenes
no-espíritas
llega atendiendo
a invitación de
amigos
espíritas.
Algunos por
curiosidad,
otros por querer
conocer un poco
más sobre los
espíritus.
Normalmente,
cuando la
curiosidad de
los primeros es
atendida, se van
y no vuelven
más. Ya los
segundos
permanecen.
Se sabe que las
sociedades
actuales no
cobran mucho los
valores éticos y
morales que
deben regir una
vida saludable.
¿Hay entre los
jóvenes de la
actualidad
movimientos pro
y contra esta
liberalidad?
No concuerdo con
la idea de que
la sociedad
actual no cubre
valores éticos y
morales que
deben regir una
vida saludable.
Pienso que lo
que ocurre es
que estamos
viviendo un
momento en que
los valores
están siendo
cuestionados,
reevaluados, y
que permanecerán
aquellos que
sean necesarios
a las nuevas
generaciones.
Veo entre los
jóvenes una
búsqueda por una
vida mejor, sin
embargo, la
forma como han
buscado esto ha
sido tumultuosa.
Pienso que este
“estado de
crisis de
valores” no será
permanente.
¿En sus
experiencias
como líder de
juventudes
espíritas qué es
lo que más la
preocupa con
relación a esa
actividad en las
casas espíritas?
La no
preparación de
muchos
dirigentes
espíritas, que
insisten en no
entender la
actual
generación de
jóvenes
espíritas, lo
que acaba
configurando una
falta de respeto
a su modo de
constituirse en
el mundo actual
y con
negligencia en
su forma de
trabajo en el
bien.
¿Nuestros
jóvenes poseen
material
adecuado a sus
desarrollos
cognitivos y
morales dentro
de la didáctica
espírita hoy
utilizada?
Veo que lo que
usted está
denominando
“didáctica
espírita” no es
uniforme en
todos los grupos
espíritas. Y
pienso que no
debe ser igual.
Pienso que, no
hiriendo los
principios
doctrinarios y
evangélicos, la
didáctica de
trabajo debe ser
adecuado a cada
grupo. En cuanto
al “material
adecuado”, la
base del
Espiritismo es
su vasta
literatura. En
ese sentido,
necesitamos dar
la oportunidad a
los jóvenes de
un aprendizaje
crítico. La base
debe ser siempre
las obras
kardecistas, las
cuales, bien
estudiadas,
darán a los
jóvenes recursos
para una mirada
crítica frente a
las demás.
¿Hay una
diferencia entre
los adolescentes
con relación al
asimilar
espírita, tales
como clases
sociales,
etnias, sexo y
escolaridad?
No. El
aprendizaje de
la doctrina
espírita está
más para las
condiciones del
Espíritu que
para las
condiciones
actuales de su
encarnación.
¿Cómo las Casas
Espíritas deben
actuar para
mejor adecuar a
nuestros niños y
niñas a un
aprendizaje de
punta como es el
Espiritismo?
No pienso que
las Casas
Espíritas deban
preocuparse en
“adecuar” a las
personas. Deben,
sí, estar
abiertas a
todos, buscando
ofrecer las
mejores
condiciones a su
alcance para que
todos tengan
acceso al
conocimiento
adecuado a su
franja etária y
condiciones de
aprendizaje.
Cada uno hará
uso del
conocimiento
(independiente
de cuál sea) de
acuerdo con sus
condiciones
espirituales. El
mucho saber
teórico no es
garantía de
vivencia
espírita-cristiana.
¿Qué hacer para
animarlos
convenientemente
para que, cuando
sean académicos,
no pierdan la
esencia del
aprendizaje
obtenido en las
Casas Espíritas
en las fases de
la infancia y
adolescencia?
Si los niños y
adolescentes
fueran
evangelizados
teniendo como
referencia el
esfuerzo
familiar de
vivir los
principios
evangélicos, si
fueran educados
dentro de los
principios
espíritas en una
situación de
criterio y
libertad de
elección, y no
simple
acondicionamiento
de fórmulas, no
temo que el
conocimiento
científico-académico
pueda hacer que
“pierdan la
esencia de las
enseñanzas
espíritas-cristianas”.
¿Hay muchas
diferencias
entre las
juventudes
espíritas de los
años 90 y las
actuales? ¿Puede
discurrir sobre
ellas, si
existen?
Los años 90,
además de
coordinadora de
juventud, aún
era mucho más
joven, luego,
también
participante del
movimiento de
juventudes
espíritas.
Parece que
éramos más
actuantes en
cuestiones
prácticas. No
teníamos
internet,
entonces
nuestros
encuentros eran
siempre
presénciales (y
no virtuales
como ocurre
mucho hoy – MSN,
facebook y
otros), nuestras
fotos eran
reveladas y nos
encontrábamos
para verlas, hoy
disponibles en
la red, cada uno
las ve en su
casa. Nos
encontrábamos
los domingos
para la “campaña
del kilo” y las
personas
abrían las
puertas, hoy es
decir más raro,
preferimos hacer
la campaña sólo
en el edificio,
con los
familiares o en
la propia casa
espírita. Pienso
que las
relaciones se
establecen de
forma diferente,
pero no
necesariamente
mejores o
peores.
¿Cuáles
propuestas
deberían, en su
opinión, formar
parte de los
curriculums de
las juventudes?
Prefiero decir
sobre lo que no
puede faltar:
los principios
de la doctrina
espírita (con
base en el
Pentateuco
kardecista),
principios
evangélicos y
apertura para la
relación entre
estos y el vivir
la vida en la
actualidad.
¿El joven
espírita puede
frecuentar bares
o lugares de
ocio comúnmente
utilizados por
los demás
jóvenes en la
sociedad?
Sí. Pienso que
nuestro papel de
educadores
espíritas es
orientarlos a
cómo se comporta
en esos lugares
y no aislarlos
“fuera del
mundo”.
Estamos viniendo
de periodos
infelices donde
la castración
religiosa nos
impidió
desarrollar
conocimientos
más adecuados
sobre la
religión y Dios.
¿Cuáles son los
riesgos que los
Centros
Espíritas corren
en este sentido?
No sé responder
cierto esta
cuestión. En el
Grupo Espírita
donde participo,
no prohibimos a
ninguna pregunta
y las preguntas
no quedan sin
respuestas. A
veces
necesitamos
estudiar
bastante para
encontrarlas o
construirlas,
pero no quedamos
sin acceso
al conocimiento.
Una respuesta
posible aquí tal
vez fuera la de
que los
Dirigentes de
Centros
espíritas
necesitan seguir
la máxima ya
apuntada por el
Espíritu de la
Verdad en El
Evangelio según
el Espiritismo:
“Espíritas,
amaos, he ahí el
primer
mandamiento.
Instruiros, he
ahí el segundo”.
Así, no tendrá
miedo o
inseguridad
delante de los
nuevos
acontecimientos.
¿Cómo deben
actuar los
líderes de
juventudes
espíritas ante
los jóvenes,
buscando un
mejor
aprovechamiento
del factor
educativo
espírita?
Con seguridad,
respeto y
comportamiento
positivo y
participativo en
la casa
espírita. Deben
ser ejemplo, no
de perfección
(pues aún no lo
somos), sino de
esfuerzo
continuo en el
bien.
¿Un niño o niña
que esté
perturbando el
aula deben ser
retirados de las
salas y enviados
para la
directoria del
Centro?
Nunca. Si no
fueran
aceptados, jamás
podrán ser
educados. Tal
vez lo que
necesite ser
revisado es la
forma cómo la
clase” está
siendo ofrecida.
Creo que merece
la pena parar
todo y conversar
sobre el
comportamiento.
Persistir. No
expulsamos un
Espíritu
sufridor de la
reunión
mediúmnica sólo
porque no superó
su dolor en una
primera
conversación.
¿Debería existir
en los Centros
Espíritas una
atención
fraterna
dirigida
únicamente para
los jóvenes
frecuentadores o
no de las aulas
espíritas?
La atención
fraterna debe
ser para todos.
Exclusivo, tal
vez no sea
necesario. Sin
embargo, una de
las
características
que el
coordinador de
las juventudes
espíritas debe
desarrollar es
la capacidad de
observar a los
participantes,
conocer cada uno
a punto de
poder percibir
cambios en su
comportamiento.
Estar presente
siempre, abierto
y cariñoso, para
que pueda
hacerse
accesible a
todos los
participantes y
estos, cuando es
necesario,
buscar en él una
orientación
segura para sus
dudas y
conflictos. Por
otro lado,
los trabajadores
de la atención
fraterna
necesitan estar
disponibles a
atender estos
participantes
cómo a cualquier
otros siempre
que necesiten de
atención
especial
individualizada.
¿Cómo luchar con
jóvenes
frecuentadores
de juventudes
espíritas, pero
que adoptan el
uso de drogas
tales como
alcohol, tabaco
y alucinógenos?
Son jóvenes como
otros
cualquiera. No
debemos
excluirlos, sino
acogerlos.
Conversaciones
seguras
individuales y
con el grupo
pueden ser
auxilios para
que él revea su
comportamiento.
El coordinador
debe cuidar para
que él no sea
blanco de
exclusión o
malos-tratos y
ni que ejerza
estas conductas
con los otros
participantes.
La actitud
positiva del
coordinador será
siempre la mejor
a ser adoptada.
Cuando es
necesario,
deberá buscar el
auxilio de los
dirigentes de la
casa y otras
personas más
expertas, que
puedan
auxiliarlo a
luchar con la
situación.
¿El arte
espírita debería
ser más
utilizado entre
los jóvenes y
perfeccionada
constantemente,
dejando de lado
las superadas
presentaciones
de poco valor
artístico,
teniendo en
cuenta que desde
niño el joven
convive con
producciones de
alto nivel?
Pienso que sí.
El arte puede
ser una forma de
comunicación,
expresión y
educación de más
alto valor
espiritual. Sin
embargo, hay que
tener una buena
conducta, de
modo que no se
de más valor a
la forma que al
contenido.
¿Los Centros
Espíritas
deberían crear
locales y
circunstancias
en los cuales
los jóvenes
puedan
sociabilizarse
entre sí,
capacitando para
una convivencia
feliz y sana en
la sociedad o
cada cuál debe
buscar sus
propios caminos
y opciones?
En nuestra Casa
Espírita tenemos
espacios-tiempos
de
socialización,
confraternización
y trabajo.
Hacemos fiestas,
promovemos
encuentros,
pic-nic, eventos
deportivos y
otros, pero
siempre primando
por la conducta
espírita-cristiana.
Buscamos dar la
oportunidad que
los adolescentes
tengan
espacios-tiempos
de diversión sin
la presencia de
alcohol u otras
drogas, sin la
exaltación de la
sensualidad, en
clima de respeto
en el cual
incluso el
noviazgo es
permitido.
Creemos que el
joven espírita
es, antes de
nada, un
Espíritu
inmortal que en
la condición
existencial
actual es
adolescente, que
debe vivir
mientras tal y,
principalmente,
aprender a vivir
como un
adolescente
espírita-cristiano.
Sin aislarse del
“mundo allá
fuera”, sino
aprender a saber
vivir en el
mundo.
Sus palabras
finales.
Agradezco la
oportunidad que
me fue ofrecida
de reflexión
sobre la
Juventud
Espírita y sobre
el joven
espírita.
Acostumbramos a
decir en nuestro
grupo que
salimos de la
Juventud, pero
que la Juventud
jamás sale de
nosotros.
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