Continuamos con el
estudio metódico de “El
Libro de los Médiums”,
de Allan Kardec, la
segunda de las obras que
componen el Pentateuco
Kardeciano, cuya primera
edición fue publicada en
1861. Las respuestas a
las preguntas sugeridas
para debatir se
encuentran al final del
texto.
Preguntas para debatir
A. Hay
algún diagnóstico para
saber si alguien es
médium?
B. ¿Es la
mediumnidad una misión?
C. ¿Cuál
es el objetivo de la
facultad mediúmnica?
D.
¿Pueden también los
niños desarrollar la
mediumnidad?
Texto para la lectura
178. Los
médiums de efectos
físicos presentan muchas
variedades. Así, pueden
ser tiptólogos, motores,
de traslaciones y
suspensiones, de efectos
musicales, de
apariciones, de
transporte o aportes,
nocturnos,
pneumatógrafos,
curadores y excitadores.
(Ítem 189)
179. Los
médiums de efectos
intelectuales, cuyas
variedades son también
numerosas, pueden ser
auditivos, parlantes,
videntes, inspirados, de
presentimientos,
proféticos, sonámbulos,
extáticos, pintores o
dibujantes y músicos.
(Ítem 190)
180. Los
médiums psicógrafos o
escribientes pueden
llamarse mecánicos,
semimecánicos,
intuitivos, polígrafos,
políglotas e iletrados.
(Ítem 191)
181.
Según el desarrollo de
la facultad, los médiums
escribientes pueden ser
novatos, improductivos,
desarrollados o
formados, lacónicos,
explícitos,
experimentados,
flexibles, exclusivos,
de evocaciones y de
dictados espontáneos.
(Ítem 192)
182.
Conforme el género de
las comunicaciones, los
médiums escribientes
pueden ser:
versificadores,
poéticos, positivos,
literarios, incorrectos,
historiadores,
científicos,
medicinales, religiosos,
filósofos o moralistas,
y de comunicaciones
triviales u obscenas.
(Ítem 193)
183. De
acuerdo con sus
cualidades físicas, los
médiums pueden ser
serenos, veloces o
convulsivos. (Ítem 194)
184.
Según las cualidades
morales de los médiums,
se clasifican en médiums
imperfectos y buenos
médiums. (Ítem 195 a
197)
185. Los
malos médiums, los que
abusan de sus facultades
o las usan mal,
experimentarán tristes
consecuencias.
Aprenderán a costa de sí
mismos lo que resulta de
haber aplicado en
provecho de sus pasiones
terrestres un don que
Dios les otorgó
únicamente para su
adelanto moral. (Ítem
197)
186. El
cuadro sinóptico de los
médiums debe estar
constantemente ante la
mirada de todo aquél que
se ocupa de las
manifestaciones, del
mismo modo que la escala
espírita, que le sirve
de complemento. Estos
dos cuadros reúnen todos
los principios de la
Doctrina y contribuirán,
más de lo que suponemos,
a llevar al Espiritismo
al verdadero camino.
(Ítem 197)
Respuestas a las
preguntas propuestas
A. ¿Hay
algún diagnóstico para
saber si alguien es
médium?
No; las
señales físicas por las
cuales algunas personas
creen ver indicios no
tienen nada de cierto.
La facultad mediúmnica
se encuentra en los
niños y en los viejos,
en los hombres y en las
mujeres, cualquiera que
sea su temperamento, o
estado de salud, o grado
de desarrollo
intelectual y moral.
Sólo hay un medio para
verificar si la facultad
existe: es experimentar.
(El Libro
de los Médiums, ítem
200.)
B. ¿Es la
mediumnidad una misión?
Sí; es
una misión de la que el
individuo es encargado y
de la cual es feliz;
después de todo, el
médium es el intérprete
entre los Espíritus y
los hombres. Ocurre, sin
embargo, que esa tarea
no es privilegio de los
hombres de bien y que la
facultad es concedida a
personas falibles, que
hasta abusan del recurso
que les fue otorgado. La
razón es simple: la
mediumnidad es concedida
a tales individuos
porque ellos la
necesitan para su propia
mejoría, a fin de que
estén en buena
disposición para recibir
buenas enseñanzas; si
ellos no las aprovechan,
sufrirán las
consecuencias.
(Obra
citada, ítem 220,
párrafos 12 y 14.)
C. ¿Cuál
es el objetivo de la
facultad mediúmnica?
La
facultad mediúmnica no
es concedida a una
criatura para corregir
sólo a una o dos
personas; su objetivo es
mayor: se trata de la
Humanidad. Un médium es
un instrumento muy poco
importante como
individuo; he ahí por
qué cuando los Espíritus
dictan sus instrucciones
que deben beneficiar a
la generalidad de las
personas, ellos se valen
de los médiums que
poseen las facilidades
necesarias. Llegará un
tiempo en este planeta,
en que los médiums serán
muy comunes, lo que hará
posible que los
Espíritus buenos no
necesiten el servicio de
los malos instrumentos.
(Obra citada, ítem 226,
párrafo 5.)
D.
¿Pueden también los
niños desarrollar la
mediumnidad?
Hay
serios inconvenientes en
que los niños
desarrollen la
mediumnidad. Sus
organismos delicados y
todavía frágiles podrían
ser debilitados y su
imaginación
sobreexcitada. Por eso,
los padres prudentes los
apartarán de tales ideas
o, por lo menos, sólo
les hablarán de ellas
desde el punto de vista
de las consecuencias
morales. (Obra citada,
ítem 221, párrafo 6)
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