Continuamos con el
estudio metódico de
“El Libro de los
Médiums”, de Allan
Kardec, la segunda
de las obras que
componen el
Pentateuco
Kardeciano, cuya
primera edición fue
publicada en 1861.
Las respuestas a las
preguntas sugeridas
para debatir se
encuentran al final
del texto.
Preguntas para
debatir
A.
¿Podemos evocar el
alma de un animal?
B.
¿Es posible evocar a
una persona aún
encarnada?
C.
¿Se puede preguntar
a los Espíritus
sobre el futuro?
D.
¿De qué tipo de
predicción debemos
desconfiar más?
Texto para la
lectura
313.
Las preguntas que
más causan antipatía
a los buenos
Espíritus son
aquellas que son
inútiles o se hacen
por simple
curiosidad y para
ponerlos a prueba.
Entonces, ellos no
responden y se
alejan. (Ítem 288,
pregunta 3)
314.
Hay hombres dotados
de una facultad
especial que les
hace entrever el
futuro; y es su
Espíritu el que ve
porque está
desprendido del
cuerpo. Existen,
pues, ocasiones en
que Dios permite a
ciertos hombres
revelar hechos
pertinentes a las
cosas futuras, si
fuera para el bien.
(Ítem 289, pregunta
12)
315.
Los Espíritus que se
complacen en
predecir a alguien
el día y la hora
exacta en que
morirá, son
Espíritus de mal
gusto, que no tienen
otro objetivo que
gozar con el miedo
que causan; pero
nadie debe
preocuparse por eso.
(Ítem 289, pregunta
13)
316.
Ocurre de manera
diferente en los
casos de
presentimiento del
momento de la propia
muerte porque,
muchas veces, es el
propio Espíritu del
interesado que llega
a saber esto en sus
momentos de libertad
y guarda, al
despertar, la
intuición de lo que
vislumbró. (Ítem
289, pregunta 14)
317.
Nada nos puede ser
revelado sobre
nuestras existencias
futuras. Todo lo que
digan al respecto
algunos Espíritus no
pasará de ser una
broma, y eso se
comprende: nuestra
existencia futura no
puede ser
determinada de
antemano, puesto que
será conforme a lo
que preparamos con
nuestro
comportamiento en la
Tierra y por las
resoluciones que
tomemos cuando
estemos en la
erraticidad. (Ítem
290, pregunta 16)
318.
Los Espíritus
familiares pueden
favorecer nuestros
intereses materiales
por medio de
revelaciones, y
algunas veces lo
hacen conforme a las
circunstancias; pero
es cierto que los
buenos Espíritus
nunca se prestan
para servir a la
avaricia. (Ítem,
291, pregunta 19)
319.
Se puede pedir a los
Espíritus
esclarecimientos
sobre la situación
en que se encuentran
en el mundo
espiritual, y ellos
los dan de buena
voluntad cuando el
pedido es dictado
por la simpatía o el
deseo de serles
útil, y no por la
simple curiosidad.
(Ítem 292, pregunta
21)
320.
Evocando a una
persona, cuya suerte
sea desconocida, se
puede saber por ella
misma si todavía
está encarnada o no,
si la incertidumbre
de su muerte no
constituye para ella
una necesidad
o una prueba para
los que tienen
interés en saberlo.
(Ítem 292, pregunta
23)
321.
Las celebridades
terrestres no son
infalibles y a veces
alimentan ideas
sistemáticas que no
siempre son justas,
y de las cuales la
muerte no las libera
inmediatamente. La
ciencia de la Tierra
es muy poca cosa
comparada con la
ciencia celestial.
Sólo los Espíritus
superiores poseen
esta última ciencia.
El Espíritu de un
sabio puede, pues,
no saber más de lo
que sabía cuando
estaba en la Tierra,
si no ha progresado
como Espíritu. (Ítem
293, pregunta 25)
Respuestas a las
preguntas propuestas
A.
¿Podemos evocar el
alma de un animal?
No.
Tal evocación es
imposible que
suceda.
(El
Libro de los
Médiums, ítem 283.)
B.
¿Es posible evocar a
una persona aún
encarnada?
Sí,
pero es necesario
que el estado del
cuerpo permita que
en el momento de la
evocación el
Espíritu se
desprenda. El
Espíritu de un
viviente también
puede, en sus
momentos de
libertad,
presentarse sin ser
evocado; esto
depende de la
simpatía que tenga
por las personas con
quienes se comunica.
(Obra citada, ítem
284.)
C.
¿Se puede preguntar
a los Espíritus
sobre el futuro?
No,
pues hay un gran
error en tratar de
desvelar el futuro
con la ayuda de los
Espíritus. Si el
hombre conociera el
futuro, descuidaría
el presente; ahí
está la razón por la
cual el futuro nos
es desconocido. Si
el hombre se empeña
en saberlo, es
seguro que obtendrá
tal respuesta de un
Espíritu
atolondrado, de esos
que se divierten en
hacer vaticinios.
(Obra citada, ítem
289.)
D.
¿De qué tipo de
predicción debemos
desconfiar más?
Se
debe desconfiar de
todas las
predicciones que no
tengan un objetivo
de utilidad general.
En ese sentido, casi
siempre las
predicciones
personales pueden
ser consideradas
apócrifas. (Obra
citada, ítem 289.)
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