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Alexandre
Fontes da
Fonseca |
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La Pureza Doctrinaria y
la Ciencia
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Introducción
– La expresión “pureza
doctrinaria” aún es
mal comprendida en el
medio espírita. Algunos
creen que pureza
doctrinaria enyesa
al Espiritismo,
impidiendo el desarrollo
de su carácter
progresista (Kardec,
ítem 55 del cap. I de La
Génesis [1]). Sin
embargo, por más contra
intuitivo que parezca,
es justamente la
pureza doctrinaria
el ingrediente más
importante para
desarrollarse el
Espiritismo de modo
eficiente. Para entender
eso, vamos a trazar un
paralelo entre el
concepto de “pureza
doutrinária” y la
postura de los
científicos en el
carácter progresivo de
la Ciencia.
Lo que es y la
importancia de la pureza
doutrinária para el
movimiento espírita ya
fueron debatidos en la
literatura espírita
[2,3]. Como es destacado
anteriormente [3], el
concepto de “pureza”
de alguna “cosa”
no tiene valor por la “cosa”
en sí (que es pura por
naturaleza), pero sí
para
quién la emplea en
determinado fin. Por
ejemplo, tiene sentido
decir que “el agua
que voy a tomar es pura”,
pero no tiene sentido
decir que “el agua
pura es pura”. El
adjetivo doctrinario
sólo hace referencia al
tipo de pureza que está
siendo analizado. ¡Así,
no tiene sentido
verificar si la Doctrina
Espírita es pura, pues
eso es redundante!
Pureza doctrinaria sólo
se aplica al Movimiento
Espírita ya que el
representa la práctica,
vivencia y el empleo que
se hace del Espiritismo
en la vida de las
personas. En eso, ¿será
que tenemos conciencia
si todo aquello
que estudiamos,
practicamos y vivimos
refleja las enseñazas de
la Doctrina Espírita?
¿Será que el agua que
estamos bebiendo es
pura?
El Movimiento Espírita
(ME) está muy interesado
en los descubrimientos
de la Ciencia y, en
particular, de la
Física. Luego, es
sensato analizar como el
carácter progresivo de
la Ciencia se
desarrolla. Lo que
veremos a continuación
es que el rigor
de la Ciencia en su
trabajo de investigación
representa la aplicación
del concepto de
pureza doctrinaria
en su desenvolvimiento.
Cuando las personas
asisten admiradas a las
noticias sobre nuevos
descubrimientos de la
Física, apenas saben que
la Física es
extremadamente rígida y
no acepta novedades
antes de verificarse
todos sus criterios
de validez.
La pureza doctrinaria en
la Física
–
Therezinha Oliveira,
al hablar sobre la
posibilidad de
incorporación de nuevas
revelaciones y
conocimientos al
Espiritismo, dice [2]
que “... no sin que
pasen, antes, por la
criba de la razón y,
cuando es posible, de la
experimentación”.
¿No es exactamente eso
lo que hacen los físicos
científicos, es decir,
pasar por la criba de la
razón y de la
experimentación?
¡Literalmente, lo que
los físicos hacen es
seguir “con riesgo” lo
que podemos llamar “pureza
doutrinária en la Física”!
¿Pero cómo puede una
ciencia tan progresista
como la Física adoptar “pureza
doctrinaria” en sus
criterios de
investigación? La
respuesta es simple. ¡Es
justamente por aplicar
con todo rigor
sus criterios de
investigación que los
resultados de
investigación de la
Física tienen valor! De
la misma forma, como una
verdadera ciencia, es
justamente adoptando “pureza
doutrinária” que el
Espiritismo irá a
progresar a pasos mucho
más largos de lo que se
imagina hoy. No es
adoptando, sin criterios
y razón, conceptos
esotéricos, prácticas
pseudos-científicas y
novedades de todo tipo
que el Espiritismo se va
a desarrollar. ¡Pureza
doctrinaria en cualquier
Ciencia, incluyendo la
Ciencia Espírita, nada
más es la observación de
los métodos, rigores,
teorías y paradigmas de
la propia Ciencia en el
trabajo de investigación
y desarrollo de nuevos
conocimientos!
El equívoco transcurre
de considerar el
concepto de “pureza
doctrinaria” como
factor de
estacionamiento. En
pleno milenio de las
luces del conocimiento,
el ME necesita madurar
su comprensión acerca
del significado real de
pureza doutrinária. Y,
para eso, vamos a
analizar un poco más
sobre cómo la Ciencia se
desarrolla.
Lo que confiere valor a
un descubrimiento, en
cualquier área del
conocimiento, es la
observación de los
criterios, rigores, y
fundamentos de la
respectiva área. En el
área de la Física, los
físicos y científicos
siguen con rigor los
métodos y conceptos
establecidos por las
teorías y paradigmas de
la Física. Si algún
científico decide
utilizar métodos de otra
área en la investigación
de conceptos de Física,
eso no tendrá valor
científico. Si algún
científico decide
inventar nuevos métodos
sin justificarlos en
términos de los métodos
y conceptos actuales,
eso no tendrá valor
científico. Así, nuevos
descubrimientos sólo son
aceptados en un área, si
fueran fieles a
los conceptos, criterios
y métodos del paradigma
original de la
respectiva disciplina
científica.
¿Por qué bóson de Higgs?
– Como ejemplo, vamos a
analizar un de los
descubrimientos
recientes de la Física
que más llamó la
atención de los medios:
el bóson de Higgs.
La revista Science
dedicó espacio especial
para varios artículos
sobre el asunto
(incluyendo acceso
gratuito a algunos de
ellos [4]). La llamada
Plantilla Normalizada de
las partículas
subatómicas es
considerada una de las
teorías más completas y
bien exitosas de la
Física, por describir de
modo necesito las
propiedades de las
partículas que componen
la materia, y las
fuerzas de
interacción entre ellas
(con la salvedad de la
fuerza de la gravedad).
Sin embargo, una de esas
propiedades de las
partículas que no era
explicada por la teoría
es la masa. Hace 40
años, Higgs
propuso la existencia de
un campo que sería
responsable por la
propiedad de masa de las
partículas. Como campos,
según la Física
Quántica, son formados
por un tipo de partícula
llamada bóson, la
responsable por ese
campo llevó su nombre:
bóson de Higgs.
Si esa partícula
realmente existiera, la
masa de las partículas
podría ser explicada por
la Plantilla Normalizada
de modo consistente. El
concepto de “pureza
doctrinaria” en el
descubrimiento del
bóson de Higgs se
evidencia de dos formas.
¡Una al verificar que,
aún sabiendo que la
Plantilla Normalizada
sostenía la existencia
de esa partícula, los
físicos no consideraban
como cierta la
existencia del bóson
de Higgs! Eso,
pues, en consonancia con
la pureza doutrinária de
la Física, no basta sólo
tener sentido
teóricamente, la
existencia del bóson
de Higgs necesitaba
ser verificada
experimentalmente y con
todo el rigor que la
Física determina para
eso.
Científicos de diversas
áreas construyeron un
aparato de más de 5 mil
billones de dólares [4]
para realizar los
experimentos de
colisiones de partículas
necesarios para observar
el bóson de Higgs.
Y la segunda forma de
percibir el concepto de
pureza doctrinaria en la
Física adviene
de lo siguiente. Como
los fenómenos de
colisión envueltos en el
experimento pueden ser
explicados por otros
factores, fue necesario
repetir las
colisiones de partículas
por mil billones
de veces, y por un
método más diferente
al mismo tiempo [5].
Lo que en la Física es
tenido como cierto
– ¡Del análisis y
comparación de los
resultados, fue posible
demostrar que el bóson
de Higgs está presente
en determinados tipos de
reacciones nucleares con
un error de 1 en ~
300 millones de
eventos! Sólo así, los
físicos dieron por
demostrada la existencia
del Bóson de Higgs! ¡Eso
es pureza doutrinária
aplicada en la Física!
Eso es el ejemplo de
cuidado que la
Física nos muestra
antes de considerarse
como verdad una
novedad cualquiera.
“Es preciso, pues,
evitar dejarse seducir
por las apariencias,
tanto de la parte de los
Espíritus, como de la de
los hombres;...
es preciso que todo sea
fríamente examinado,
maduramente pesado,
confrontado, y, si
desconfiamos del propio
juicio, (...), es
necesito recurrir a
otras personas.”
(Cursiva en negrita,
míos). Esas
palabras de Kardec, en
un discurso hecho el 19
de septiembre de 1860 a
los espíritas lioneses
[6], ¿no expresan
exactamente la postura
de pureza doutrinária
que la Física y toda
Ciencia adoptan? Por lo
tanto, lo movimiento
espírita debe valorar la
pureza doutrinária en
sus actividades. Es
justamente ella que
ayudará el carácter
progresista del
Espiritismo.
Para desarrollar bien el
carácter progresista del
Espiritismo, es
necesario: 1) estudiar
profundadamente las
obras básicas del
Espiritismo; 2) estudiar
las obras, mediúmnicas o
no, de autores bien
reconocidos en el
movimiento espírita,
siempre verificando si
ellas de hecho no
presentan conflictos con
la base doutrinária; 3)
evitar la adicción de
injertos y novedades sin
satisfacer la criba de
la razón y sin la debida
demostración, que, por
su parte, no puede
ocurrir de modo
superficial y sin
completo dominio del
asunto en cuestión (ver,
por ejemplo, el análisis
presentado en la
referencia [7]); y 4)
seguir la recomendación
de Erasto (ítem 230 del
Libro de los Médiums
[8]): “Es mejor
rechazar diez verdades
que admitir una única
falsedad, una sólo
teoría errónea”. En
otras palabras, como es
descrito en la
Introducción del
Evangelio según el
Espiritismo [9]: “Una
sola garantía seria
existe para
la enseñanza de los
Espíritus: la
concordancia que haya
entre las revelaciones
que ellos hagan
espontáneamente,
sirviéndose de gran
número de médiums
extraños unos a los
otros y en varios
lugares. (...) Esa
verificación universal
constituye una garantía
para la unidad futura
del Espiritismo y
anulará todas las
teorías contradictorias.
Ahí es que, en el
porvenir, se encontrará
el criterio de la verdad.”
(Cursivas en itálico
originales, y en
negrita, míos.) Por fin,
jamás olvidar que “lo
que acostumbra
caracterizar una nueva
revelación, cuando lo es
de hecho, no es la
negación de la anterior,
sino, justamente, su
confirmación de los
puntos fundamentales que
les servirán de
escalones de apoyo”.
(Yvonne de Amaral
Pereira [10].)
La base kardecista y su
importancia
– Para concluir,
reproducimos abajo la
preocupación de los
buenos Espíritus con
relación a la pureza y
fidelidad doctrinaria:
“La Doctrina Espírita
posee sus aspectos
esenciales en
configuración triple.
Que nadie sea disminuído
en sus anhelos de
construcción y
producción. Quién se
aficione a la ciencia
que la cultive en su
dignidad, quien se
dedique a la filosofía
que le engrandezca los
postulados y quién se
consagre a la religión
que le divinice las
aspiraciones, pero
que la base kardecista
permanezca en todo y
todos, para que no
vengamos a perder el
equilibrio sobre los
cimientos en que se nos
levanta la organización.
(...)
(...) Ocurre, sin
embargo, que tenemos
necesidad de preservar
los fundamentos
espíritas, honrarlos y
sublimarlos, sino
acabaremos extraños unos
a los otros, o entonces
cadaverizados en
regimientos que nos
mutilarán los mejores
anhelos,
convirtiéndonos el
movimiento de liberación
en una secta estancada,
encarcelada en nuevas
interpretaciones y
teologías, que nos
acomodarían en las
conveniencias del plano
inferior y nos alejarían
de la Verdad. (...)
(...) Allan Kardec,
en los estudios, en las
meditaciones, en las
actividades, en las
obras, a fin de que
nuestra fe no haga
hipnosis, por la cual el
dominio de la sombra se
establece sobre las
mentes más débiles,
encadenándolas a siglos
de ilusión y
sufrimiento. (...)
(...) Sea Allan
Kardec, no sólo creído o
sentido, predicado o
manifestado, nuestra
bandera, mas
suficientemente vivido,
sufrido, llorado y
realizado en nuestras
propias vidas. Sin esa
base es difícil forjar
el carácter
espírita-cristiano que
el mundo conturbado
espera de nosotros por
la unificación.” (“Unificación”,
mensaje de Bezerra de
Menezes recibido por
Chico Xavier en
20-04-1963 publicado en
el Reformador, Diciembre
de 1975. Cursiva en
negrita míos.)
Fidelidad a la doctrina
es esencial
–
“La programación que
establecisteis para este
quinquenio es bien
significativa, porque
vertió de lo Alto, donde
se encontraba elaborada,
y vosotros la vestisteis
con las consideraciones
hábiles y aplicables a
esta actualidad. Este es
el gran momento, hijos
del alma. No
tergiverséis, dejándoos
seducir por la esquina
de las sirenas de la
ilusión. Fidelidad a la
doctrina es lo que se
nos impone, celebrando
los ciento cincuenta
años de la obra básica
de la Codificación
Espírita. No
permitáis que adicciones
esdrújulas sean
colocadas en forma de
apéndices que desvíen
los menos esclarecidos
de los objetivos
esenciales de la
doctrina. (...) Sede
fieles, permaneciendo
profundamente vinculados
al espíritu del
Espiritismo como lo
recibisteis de los
inmortales a través del
preclaro Codificador.”
(“El Medio-Día de la
Nueva Era”, mensaje de
Bezerra de Menezes
recibido por D. P.
Franco en 12-04-2007
publicada el Reformador,
Junio de 2007. Cursivas
en negrita mías.)
“Esos tiempos actuales
nos llaman a la
fidelidad a los
proyectos del Espíritu
de Verdad, para que
estemos atentos a fin de
que no abandonemos el
trabajo genuinamente
espiritista, pasando a
ocupar un valioso tiempo
con palabrerías y
disputas, situaciones y
cuestiones que,
declaradamente, nada
tengan que ver con
nuestra Causa, por no
ser de la alzada del
Espiritismo.”
(“Definición y trabajo
en tiempos difíciles.”,
mensaje de Camilo
recibido por Raul
Teixeira en 11-11-2005
publicada en Reformador,
Enero de 2006. Cursiva
en negrita son mías.)
Ref.:
[1] A. Kardec, A
Gênese, Editora FEB,
36ª Edição, Rio de
Janeiro (1995).
[2] T. Oliveira, “Pureza
Doutrinária”,
Fidelidad ESPÍRITA
112, 15 (2012).
[3] A. F. da Fonseca, “O
Que Seria Pureza
Doutrinária Segundo o
Espiritismo?”,
Boletim do GEAE n.
529, 15 de
Setembro, (2007); e O
Consolador 162,
13 de Junho (2010)
Reproduzido em:
http://www.oconsolador.com.br/ano4/162/especial.html
[4] Acessar, por
exemplo, os links:
http://www.sciencemag.org/site/special/btoy2012/
,
http://www.sciencemag.org/content/338/6114/1524.full
[5] M. Della Negra, P.
Jenni e T. S. Virdee,
“Journey in the Search
for the Higgs Boson: The
ATLAS and CMS
Experiments at the Large
Hadron Collider”,
Science 338,
1560 (2012). Acessível
através do link:
http://www.sciencemag.org/content/338/6114/1560.full
[6] A. Kardec, O Que
É o Espiritismo,
Editora FEB, Rio de
Janeiro (2006).
[7] A. F. da Fonseca,
“Análise Científica da
Apometria”, O
Consolador 289,
Dezembro, (2012).
Acesso pelo link:
http://www.oconsolador.com.br/ano6/289/especial.html
[8] A. Kardec, O
Livro dos Médiuns,
Ed. FEB, 1ª Edição, Rio
de Janeiro (2008).
[9] A. Kardec, O
Evangelho segundo o
Espiritismo, Editora
FEB, 112a Edição, Rio de
Janeiro (1996).
[10] Espíritos diversos,
psicografia de Emanuel
Cristiano, O zelo da
tua casa, Editora
Allan Kardec, Campinas
(2009).
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