El error
de la
crítica
está en
confundir
lo bueno
y lo
malo, lo
que
muchas
veces
sucede
por la
mala fe
de
algunos
y por la
ignorancia
del
mayor
número.
(Allan
Kardec)
Las
religiones,
cualesquiera
que
sean,
jamás
ganaron
cualquier
cosa por
sostener
errores
manifiestos.
(Ary
Lex)
El
episodio
es
denominado,
por los
bíblicos,
como
Transfiguración;
aunque
haya
sido
citado
por los
Evangelios
sinópticos,
él no
consta
del de
Juan; he
ahí lo
que es
dicho en
la
narración
de
Mateo:
Mt
17:1-9:
“Seis
días
después,
Jesús
tomó a
Pedro,
Santiago
y su
hermano
Juan, y
los
llevó a
parte,
sobre
una
montaña
alta. Y
allí fue
transfigurado
delante
de
ellos.
Su
rostro
resplandeció
como el
sol y
sus
vestiduras
se
hicieron
albas
como la
luz. Y
he ahí
que les
aparecieron
Moisés y
Elías
conversando
con él.
Entonces
Pedro,
tomando
la
palabra,
dijo a
Jesús:
'Señor,
es bueno
que
estemos
aquí. Si
quieres,
levantaré
aquí
tres
tiendas:
una para
ti, otra
para
Moisés y
otra
para
Elias'.
Aún
hablaba,
cuando
una
nube
luminosa
los
cubrió
con su
sombra y
una voz,
que
salida
de la
nube,
dijo:
'¡Este
es mi
Hijo
amado,
en quien
me
complazco,
oídlo!'
Los
discípulos,
oyendo
la voz,
muy
asustados,
cayeron
con el
rostro
en el
suelo.
Jesús
llegó
cerca de
ellos y,
tocándolos,
dijo:
'Levantaos
y no
tengáis
miedo'.
Irguiendo
los
ojos, no
vieron a
nadie:
Jesús
estaba
solo. Al
descender
del
monte,
Jesús
les
ordenó:
'No
contéis
a nadie
esa
visión,
hasta
que el
Hijo del
Hombre
resucite
de los
muertos'”.
(Biblia
de
Jerusalén,
1987).
De
entrada,
queremos
dejar
registrado
que hay
algunas
divergencias
en los
textos
bíblicos.
Una de
ellas es
la de
que
Mateo y
Marcos
dicen
que tal
acontecimiento
se dio
“seis
días”
después
(Mt
17,1; Mc
9,2),
mientras,
la de
Lucas
afirma
haber
sido
“ocho
días”
(Lc
9,28).
Más
evidente
aún es
el hecho
de que
Mateo y
Lucas
afirmen
que el
rostro
de Jesús
fue el
que
resplandeció,
mientras
que
Marcos
ya dice
haber
sido su
manto.
Ya Lucas
es el
único
que
menciona
el
asunto
de la
conversación
de Jesús
con los
espíritus
Moisés y
Elias,
cual es:
“hablaban
de su
partida
que iría
a
consumarse
en
Jerusalén”
(Lc
9,31);
el
silencio
de los
otros
dos nos
causa
extrañeza.
Eso todo
sólo
viene a
deponer
contra
la tesis
de la
narración
bíblica,
común a
los que
se
rechazan
a ver
que los
textos
bíblicos
mucho
tienen
que
“inspiración”
humana y
poco de
divina.
Qué
ocurrió
exactamente
en el
monte
Tabor
–
Veamos
cuales
fueron
los tres
fenómenos
mediúmnicos
ocurridos
en el
relato.
Si Lucas
describió
correctamente
los
fenómenos,
cuando
dijo que
“Pedro
y los
compañeros
estaban
con
sueño
profundo.
Al
despertar,
vieron
su
gloria y
los dos
hombres
que
estaban
con él”
(Lc
9,32),
por ese
“profundo
sueño”
podemos
clasificarlos
como de
efectos
físicos,
teniendo
como
donantes
del
ectoplasma
los
discípulos
Pedro,
Santiago
y Juan.
Esclarézcase
que es
común,
en los
fenómenos
de
materialización,
la
producción
de “una
nube
luminosa”
en el
momento
en que
el
ectoplasma
se
exteriorizaba
del
médium
que, en
la
mayoría
de las
veces,
ya se
encuentra
en sueño
profundo,
exactamente
como
esas dos
particularidades
están
relatadas
en el
pasaje.
Coincidentemente,
esos
tres
discípulos
también
estuvieron
con
Jesús en
la cura
de la
hija de
Jairo,
vista
como si
estuviera
muerta
(Mc
5,21-24.35-43).
1º -
Transfiguración:
Fue lo
que
ocurrió
con
Jesús,
cuando
su
periespíritu
envolvió
su
cuerpo
físico
en una
luz
radiante,
poniendo
en
evidencia
su
elevada
condición
espiritual.
Es bien
probable
haber
usado el
ectoplasma
de
Pedro,
Santiago
y Juan
para
producir
ese
fenómeno.
2º -
Materialización:
Los dos
protagonistas
del
evento
fueron
Moisés y
Elias,
al
materializarse
para
conversar
con
Jesús,
fenómeno
ese que
pudo ser
visto
por los
tres
discípulos
que lo
acompañaban.
3º - Voz
directa:
La voz
que
salió de
la nube,
ciertamente,
se trata
de un
fenómeno
de voz
directa,
en el
cual
algún
ser
espiritual,
utilizando
el
ectoplasma,
que se
presentaba
en la
forma de
nube,
produjo
una
garganta
ectoplasmática
para dar
su
mensaje,
identificando
a Jesús
cómo el
enviado
de Dios,
a quien
todos
deberían
oír.
En estos
tipos de
fenómenos
todos
los que
estén en
el
ambiente
o lugar
del
acontecimiento
irán a
verlos o
percibirlos,
exactamente,
porque
se
tratan
de
fenómenos
de
efectos
físicos.
El rey
Saúl y
su
contacto
con
Samuel
desencarnado
– En el
texto
vemos
claramente
que la
persona
a quien
atribuyen
la
información
de que
la
comunicación
con los
muertos
“es
abominable
al
Señor”,
viene
personalmente,
tras
muerto,
a
participar
de una
sesión
espírita.
Esa
participación
de
Moisés y
el hecho
de Jesús
haber
tomado
parte en
ella ya
son
suficientes
para que
nosotros
no
tengamos
el
impedimento
de la
comunicación
con los
muertos
como una
prohibición
divina,
pero,
sí, del
propio
Moisés,
fuera,
pues, de
la
estrecha
visión
dogmática,
que la
coloca
como
proveniente
del
Creador.
Veamos
el
pasaje
bíblico
sobre
eso, el
cual
dividiremos
en dos
trechos:
Dt
18,9-12:
“Cuando
entres
en la
tierra
que
Iahweh
tu Dios
te dará,
no
aprendas
a imitar
las
abominaciones
de
aquellas
naciones.
Que en
tu medio
no se
encuentre
alguien
que
queme a
su hijo
o su
hija, ni
que haga
presagio,
oráculo,
adivinación
o magia,
o que
practique
encantamientos,
que
interrogue
espíritus
o
adivinos,
o aún
que
invoque
a los
muertos;
pues
quién
practica
esas
cosas es
abominable
a
Iahweh,
y es la
causa de
esas
abominaciones
que
Iahweh
tu Dios
las
desalojará
en tu
favor.”
Dt
18,13-14:
“Tú
serás
íntegro
para con
Iahweh
tu Dios.
He ahí
que las
naciones
que vas
a
conquistar
oyen
oráculos
y
adivinos.
En
cuanto a
ti, eso
no te es
permitido
por
Iahweh
tu Dios.”
La razón
de
dividirlo
se debe
al hecho
de que
nadie
que usa
tales
determinaciones
contra
el
Espiritismo
es ético
lo
suficiente
para
colocar
los
versículos
13 y 14,
por el
simple
motivo
de que
son
ellos
que
resumen
todo
cuanto
Moisés
estaba
queriendo
prohibir
su
pueblo
de
hacer;
cualquier
niño
pequeño
entiende
eso.
Así,
queda
claro
que él
jamás
condenó
indiscriminadamente
la
comunicación
con los
muertos,
como
quieren
hacer
creer
los
fanáticos,
sino
sólo
aquellas
que
tenían
por
objetivo
la
adivinación
o
pronóstico
de cosas
futuras,
de cuño
meramente
material.
Un buen
ejemplo
de ese
tipo de
comunicaciones
puede
ser
visto en
1Sm
28,3-25,
cuando
Saúl,
primer
rey de
Israel,
va a
Endor
para, a
través
de la
necromante,
consultar
con el
espíritu
de
Samuel,
sobre lo
que le
ocurriría
en la
guerra
contra
los
filisteos,
próxima
a
ocurrir.
Necromante
es la
persona
que
consulta
los
muertos
para
fines de
adivinación,
exactamente
lo que
había
sido
prohibido
por el
legislador
hebreo.
¿Está la
ley
mosaica
en
desacuerdo
con
nuestra
época?
– ¿Por
qué
tenemos
seguridad
de que
son
ordenes
de
Moisés y
no
divinas?
Por la
simple
razón de
ser
totalmente
ilógico
que Dios
hubiera
creado
leyes
naturales
para que
los
muertos
pudieran
comunicarse
con los
“vivos”
y eso
ser, al
mismo
tiempo,
algo
detestable
por Él;
sólo
mentes
de
fanáticos
pueden
absorber
tal
idea.
Sobre
esa
prohibición,
véase lo
que
Allan
Kardec
(1804-1869)
teje de
consideraciones:
Si la
ley de
Moisés
debe ser
tan
rigurosamente
observada
en este
punto,
fuerza
es que
lo sea
igualmente
en todos
los
otros.
¿Por qué
sería
ella
buena en
lo
tocante
a las
evocaciones
y mala
en otras
de sus
partes?
Es
preciso
ser
consecuente.
Desde
que se
reconoce
que la
ley
mosaica
no está
más en
consonancia
con
nuestra
época y
costumbres
en dados
casos,
la misma
razón
procede
para la
prohibición
de que
tratamos.
Además,
es
preciso
exponer
los
motivos
que
justificaban
esa
prohibición
y que
hoy se
anularon
completamente.
El
legislador
hebreo
quería
que su
pueblo
abandonara
todas
las
costumbres
adquiridas
en
Egipto,
donde
las
evocaciones
estaban
en uso y
facilitaban
abusos,
como se
concluye
de estas
palabras
de
Isaías:
“El
Espíritu
de
Egipto
se
aniquilará
a sí
mismo y
yo
precipitaré
su
consejo;
ellos
consultarán
sus
ídolos,
adivinos,
sus
pitonisas
y sus
magos”.
(19:3).
(KARDEC,
2007d,
p.
167-168)
Un buen
ejemplo
de que
no
cumplen
rigurosamente
la ley
de
Moisés
es el
hecho de
que no
mandan
más a
sus
hijos
rebeldes
para ser
apedreados
por los
ancianos
del
pueblo a
la
puerta
de las
ciudades,
como
bien
recomienda
el Dt
21,18-21;
no se
hace
“reo de
muerte”
al que
trabaja
los
sábados
para
cumplir
el Ex
21,15;
¿por qué
no se
aplica
la pena
de
muerte
en los
casos
citados
en Ex
21,
12-17?
No hay
relación
alguna
entre
Espiritismo
y
fetichismo
– Muchos
contradictores
no saben
(¿o no
quieren
saber?)
que “Los
Espíritus
pueden
comunicarse
espontáneamente,
o acudir
a
nuestro
llamado,
es
decir,
venir
por
evocación”.
(KARDEC,
2007b,
p. 360);
en razón
de eso
condenan
el
Espiritismo,
suponiendo
que sus
prácticas
consisten
solamente
de
evocaciones,
como si
nunca
ocurrieran
comunicaciones
espontáneas.
Hallamos
eso sin
sentido
alguno,
pues,
por
cualquier
medio
que
vengan
los
espíritus
–
espontáneamente
o
atendiendo
a alguna
evocación
–, sólo
pueden
comunicarse
porque
hubo un
permiso
de Dios
para
tal. A
menos
que
juzguemos
a los
hombres
con
poder
suficiente
de
contrariar
la
voluntad
de Dios
en ese
aspecto;
entonces
tendría
sentido
la
condena
de las
evocaciones.
En
nuestro
libro
Los
espíritus
se
comunican
en la
Iglesia
Católica,
presentamos
varias
pruebas
de que
los
espíritus
sólo se
manifiestan
con el
permiso
de Dios.
De ellas
insistimos
en
resaltar
lo que
dijo el
espíritu
André a
su
padre,
el
abogado
Lino
Sardos
Albertine
(1915-2005),
por
medio de
una
médium
que él
había
buscado
para
entrar
en
contacto
con su
hijo,
cuando
le
preguntó
por qué
había
muerto
tan
pronto:
“[...]
André
nos dijo
haber
nacido
para
ejecutar
una
misión
especial,
es
decir,
suministrar
las
pruebas
de la
existencia
de la
vida
después
de la
muerte,
de modo
que
muchas
personas
crean
más en
Dios y
respeten
su ley.
[…]
(ALBERTINI,
1989, p.
24-25,
negrita
nuestra).
Si no
fuera la
intolerancia
religiosa,
André no
habría
muerto
vanamente.
Quieren
algunos
mal
informados
detractores
establecer
una
relación
directa
entre
Espiritismo
y
fetichismo,
pero la
respuesta
a
fanáticos
de ese
tipo ya
fue dada
por
Kardec:
Lo
acusan
de
parentesco
con la
magia y
el
fetichismo;
[…]
Ciertamente,
la
distancia
que
separa
el
Espiritismo
de la
magia y
de
sortilegios
es mayor
que la
que
existe
entre la
Astronomía
y la
Astrología,
la
Química
y la
Alquimia.
Confundirlas
es
probar
que de
ninguna
se sabe
cosa
alguna.
(KARDEC,
2007e,
p.
31-32).
Sólo la
malevolencia
y una
rematada
mala fe
pudieron
confundir
el
Espiritismo
con la
magia y
los
fetiches,
cuando
aquel
repudia
el fin,
las
prácticas,
las
fórmulas
y las
palabras
místicas
de
estas.
Algunos
llegaron
aún a
comparar
las
reuniones
espíritas
a las
asambleas
del
sabbat,
en las
cuales
se
espera
el sonar
de la
medianoche,
para que
los
fantasmas
aparezcan.
(KARDEC,
2001, p.
70-71).
Lejos de
hacer
revivir
el
fetichismo,
el
Espiritismo
lo
aniquila,
despojándolo
de su
pretendido
poder
sobrenatural,
de sus
fórmulas,
nigromantes,
amuletos
y
talismanes,
y
reduciendo
a su
justo
valor
los
fenómenos
posibles,
sin
salir de
las
leyes
naturales.
(KARDEC,
2001, P.
104).
Cuando
Jesús
apareció
a Saulo,
este
quedó
invidente
por tres
días
– Nos
cuesta
creer
que, en
pleno
siglo
XXI, aún
encontremos
personas
con la
capacidad
mental
de
juzgar
que
Espiritismo
y
fetichismo
son la
misma
cosa,
dada la
cantidad
de obras
espíritas
disponibles;
a
propósito,
gracias
a
internet,
se puede
leer
muchas
de ellas
gratis.
Es por
demás
curioso
el hecho
de que
Jesús,
tras el
acontecimiento,
no dijo
para los
discípulos
no
hagáis
lo que
Él
estaba
haciendo
–
conversando
con
muertos
–, pero
sólo les
pidió
que sólo
contaran
lo
ocurrido
después
de su
resurrección.
¿Y por
qué
justamente
después
de a
Su
resurrección?
Respuesta:
justamente
para
comprobar
la
existencia
de la
comunicación
de los
espíritus
con los
vivos, y
mostrar
que su
presencia,
tras la
muerte,
era
semejante
a la de
Moisés y
a la de
Elias,
ocurridas
en el
momento
de la
“transfiguración”.
Véase
que la
propia
manifestación
de
Jesús,
después
de su
muerte
física,
ya
prueba
que los
muertos
pueden
comunicarse:
“Aún a
ellos,
se
presentó
vivo
tras su
pasión,
con
muchas
pruebas
incontestables:
durante
cuarenta
días les
apareció
y les
habló de
lo que
concierne
al
Reino de
Dios”
(At
1,3).
“Se
presentó
vivo”,
es
claro,
por
cuanto
la
muerte
sólo
alcanza
al
cuerpo
físico;
jamás al
Espíritu
inmortal.
¿Se
acuerdan
de
cuando
él
apareció
a Saulo?
El
intrépido
perseguidor
de los
cristianos
quedó
invidente
por tres
días,
demostrando
que la
luz
producida
por el
periespíritu
de Jesús
Lo
cualifica
como un
espíritu
de la
más
elevada
estirpe.
Referências
bibliográficas:
Bíblia
de
Jerusalém,
3ª
impressão.
São
Paulo:
Paulinas,1987.
ALBERTINI,
L. O
além
existe.
São
Paulo:
Loyola,
1989.
KARDEC,
A. A
Gênese.
Rio de
Janeiro:
FEB,
2007e.
KARDEC,
A. O
Céu e o
Inferno.
Rio de
Janeiro:
FEB,
2007d.
KARDEC,
A. O
livro
dos
médiuns.
Rio de
Janeiro:
FEB,
2007b.
KARDEC,
A. O
que é o
Espiritismo.
Rio de
Janeiro:
FEB,
2001.
NETO
SOBRINHO,
P. S.
Os
espíritos
comunicam-se
na
Igreja
Católica.
Divinópolis,
MG: GEEC,
2012.
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