neamiento y
Práctica”,
publicado en el
2014, en el que
habla sobre la
música y su
aplicación en la
Casa Espírita,
colabora en las
actividades del
Grupo Espírita
Fraternidad,
ubicado en Asa
Sul, en
Brasilia. |
¿Qué lo motivó a
trabajar con el
arte espírita?
Mi familia
siempre lidió
con la música.
Mi padre y mis
hermanos tocaban
la guitarra en
los estilos más
variados, desde
lo erudito a lo
popular. De
joven hice un
curso de bajo
eléctrico y
practiqué
acompañando a
algunos amigos
en bares de
Brasilia. En la
década de 1990,
viviendo en
Curitiba, toqué
en salones de
baile. En 1997
me arriesgué con
la guitarra de
manera
autodidacta en
la Cantata de
Navidad del
Centro Espírita
Misioneros de la
Luz. Llegando a
Brasilia, pronto
me integré en el
trabajo de
integración con
el amigo Armando
Reis, quien me
pasó muchas
canciones
cifradas del
movimiento
espírita.
Después de eso
siempre trato de
colaborar con la
Alegría
Cristiana para
niños y jóvenes
del grupo
Espírita
Fraternidad.
Participé en las
COJEDF desde el
2000, cuando
conocí a los
amigos Alexandre
Lacerda, Maycom
Leal y a otros
tantos que
trabajan con la
música en el
movimiento
espírita. En el
2009 conocí
ABRARTE en su
fórum nacional
realizado en
Aracaju (SE), me
volví socio y
pasé a formar
parte de la
familia
artística del
movimiento
espírita, gente
de casi todo
Brasil, con
quienes nos
mantenernos en
contacto
permanente
buscando
dinamizar este
movimiento
reciente y muy
enriquecedor.
¿Qué método
utiliza y cuánto
tiempo lleva en
la elaboración
artística?
Dediqué mis
energías,
principalmente a
Alegría
Cristiana para
niños. Después
de conocer el
repertorio
busqué hacer un
proceso
pedagógico y
magnético de ese
trabajo, ojo con
ojo con los
pequeñitos,
pasando mensajes
cristianos por
medio de la
música. El
proceso continua
en el salón de
clases dentro
del contenido de
la
evangelización
como una
herramienta
didáctica que
ayude a los
evangelizadores.
Crecí bastante
espiritualmente,
pues los
mensajes me
tocaron
profundamente.
Espero que
se hayan grabado
en la memoria de
los pequeñitos
también. Otro
trabajo muy
importante es el
GEMIX – Grupo
Espirita de
Música Hermano X
– en el que
busco encaminar
a los jóvenes en
el arte con
contenido
espírita
principalmente
por medio de la
música, aunque
siempre
observando los
talentos de cada
uno. El objetivo
de GEMIX es una
especie de
formación del
joven artista en
su expresión
natural y con el
fin de
profundizar el
contenido
doctrinario por
medio del arte.
No tengo
formación
académica en el
área artística,
pero trato de
leer bastante e
investigar
artículos
artísticos y
pedagógicos.
Trabajé en
teatro como
actor en algunas
obras como “La
Caverna”
(inspirado en el
mito de la
caverna) y más
recientemente en
“El Tejedor”
basada en parte
en el libro
Pablo y Esteban,
con el Grupo de
Teatro Espírita
Luz Acima
(TELA), haciendo
el papel de un
fariseo.
Actualmente
colaboro con el
grupo de danza
“Sembrar
Estrellas”,
también de la
Fraternidad,
como Director.
¿Fue
influenciado por
la práctica de
alguna
institución o su
iniciativa es
particular?
Puedo afirmar
que el Grupo
Espírita
Fraternidad fue
y es mi escuela
de arte espírita,
pues tenemos la
oportunidad de
realizar la
labor artística
con todo el
apoyo necesario,
no sólo de
infraestructura
como de estudios
doctrinarios. La
Casa Espírita es
muy importante
en la
construcción del
artista en su
contenido
doctrinario
principalmente.
Un artista que
sólo quiere
escenario, no se
puede llamar
artista espírita.
¿Cómo ve la
calidad de la
producción
artística en el
momento actual?
Después de
conocer a los
hermanos de
ABRARTE, puedo
afirmar que la
cuna del arte en
el movimiento
espírita está en
el área de
Infancia y
Juventud, donde
nace la mayoría
de los trabajos
artísticos. En
los últimos
tiempos hemos
visto crecer
bastante a
grupos en el
“Quehacer
Artístico” dando
calidad a las
producciones,
pero aún hay
mucho por
caminar. Para
llegar al
público en
general, la
producción debe
garantizar la
calidad y el
contenido,
siempre
observando cómo
adecuarse a la
platea a la que
se destina.
¿Cuáles son las
principales
dificultades a
superar?
Creo que una de
las mayores
dificultades a
superar es el
desconocimiento
de la
importancia del
arte en la vida
del Espíritu
como factor de
educación y
madurez. Las
obras espíritas
cuando son
estudiadas
enfocadas en el
arte, traen
diversas
oportunidades de
reflexión y
aprendizaje. La
Revista Espírita
trae en sus
números columnas
sobre el arte.
Emmanuel dice en
“El Consolador”,
pregunta 161,
que el artista
debe ser el
“médium de las
bellezas
eternas” y André
Luiz demuestra
en sus obras,
como en “Nuestro
Hogar”, la
actividad
artística en
varios niveles y
estilos. El
propio culto en
el hogar de doña
Laura nos
muestra a Lisias
y a sus hermanas
tocando la
cítara, el arpa
y el piano antes
de comunicarse
con su padre que
se encontraba
reencarnado. La
literatura
espírita nos
incentiva, pues,
a la
construcción del
arte espírita.
Nos queda
estudiar, pues
fuera de eso,
sólo tendremos
preconceptos o
prejuicios.
¿Cuál es el
papel de los
escritores,
dirigentes y
líderes
espíritas en la
mejoría y
preservación de
la calidad de
las producciones
artísticas y los
contenidos
espíritas?
En primer lugar,
es necesario
estudiar el
tema; sin
conocimiento de
causa no vamos a
caminar de
manera segura.
El lenguaje
artístico
requiere de
mayor atención
por parte de los
líderes,
principalmente
en lo
concerniente al
tema de la
dinamización de
la educación del
espíritu
proporcionado
por el quehacer
artístico. El
trabajo poco
conocido del
profesor
Eurípedes
Barsanulfo en el
Colegio Allan
Kardec en
Sacramento (MG)
es un ejemplo
del uso del arte
como instrumento
de madurez
espiritual. La
participación en
eventos como los
promovidos por
ABRARTE, como el
Foro Nacional de
Arte Espírita,
es de suma
importancia,
dada la
reflexión junto
a los líderes de
grupos de todo
el Brasil en
torno a hacer
arte con
responsabilidad
y coherencia.
Los líderes
espíritas, aun
cuando no
trabajen el
arte, deberían
conocer lo que
está ocurriendo
en esa área,
para saber
lidiar con los
pros y los
contras, y
dirigir con
seguridad a fin
de orientar,
acoger y apoyar
dentro de lo
posible.
En su
percepción, ¿qué
se requiere y
puede mejorar en
el fomento y la
formación de
nuevos artistas
espíritas?
El movimiento
espírita aún
está iniciando
la construcción
de una cultura
para emprender
los medios de
construcción del
arte con
contenido
espírita. El uso
del arte se
puede extender
por todos los
sectores de
trabajo, si hay
criterio y
preparación. El
orador, el
médium o el
evangelizador
requieren
prepararse para
trabajar
mediante cursos
y verificar si
tienen la
vocación
necesaria para
ello. Lo mismo
se debe
verificar con
los candidatos
al trabajo con
el arte. ¿Pero
cómo saberlo si
no se intenta?
La Dirección de
Arte y Cultura
de la FEDF
proporciona
anualmente un
evento para la
reflexión y el
entrenamiento en
diversas áreas
de expresión
artística. El
trabajo conjunto
con el área de
Infancia y
Juventud es
primordial en la
captación de
nuevos talentos.
¿Cuáles son sus
planes en
relación al
futuro, en
relación al arte
espírita?
Mi sueño es ver
producciones
bien elaboradas
integrando en
presentaciones
variadas, no
sólo en el
escenario de las
casas espíritas
sino en
escenarios de
teatros laicos,
escuelas,
asilos,
guarderías, para
que el mensaje
consolador pueda
llegar a través
de diversas
expresiones
artísticas en
donde haya
corazones
necesitados de
consuelo y
esperanza.
Su mensaje final
a nuestros
lectores.
Dado que somos
Espíritus
inmortales, un
dio todos
habremos de
practicar el
arte como factor
de construcción
de la vida en
plenitud. El
mayor artista
que conocemos es
el Maestro
Jesús, que
participó en la
obra de
elaboración de
la Tierra con
todos sus
encantos de
poesía pura.
Mire, oiga y
sienta quien
tenga sentido
artístico en su
esencia. ¡Y eso
lo tenemos
todos, pues el
Creador nos
provee siempre!
|