mediúmnica que
lo llevó al
Espiritismo? |
No puedo decir
que, en un
primer momento,
fueron las
experiencias
mediúmnicas que
me llevaron al
Espiritismo, ya
que ellas
ocurrían y yo,
extremadamente
escéptico, no
les daba
importancia
alguna. El dolor
de todo tipo,
por perdida
material y
profesional, fue
el primer
despertar;
después, con la
intensidad de
los fenómenos,
no hubo como
negarlos.
¿Cómo ocurrían
esos fenómenos?
Los fenómenos
ocurrían de
todas las
formas:
Espíritus
deambulaban por
la casa haciendo
ruidos y sonidos
de pasos, con
mayor intensidad
en mi cuarto,
donde yo era
echado de la
cama en
dirección a la
pared, y sentía
una presión en
la garganta
simulando
semejanza de
estrangulamiento
durante la
noche, más allá
del golpear de
ollas, platos y
cubiertos en la
cocina, que
quedaba en la
parte terrena
del balcón. Mi
hija más joven,
aún de brazos,
gritaba asustada
con el asedio de
las entidades
tenebrosas, que
yo percibía sólo
por medio de las
emanaciones de
energías
negativas e
imágenes de
personajes
oscuros.
Todo eso duró
casi 4 años de
intenso asedio.
Después, con la
perdida,
prácticamente,
de todas las
posesiones
materiales,
busqué ayuda.
¿Otras personas
presenciaron los
fenómenos?
Sí. Con
excepción de mi
hija del medio –
tenemos tres
hijas – todos
los de la casa
oían, sentían y
veían los
acontecimientos
fenoménicos.
Hubo un pasaje
interesante en
que recibí en mi
casa la visita
de un amigo.
Tomábamos vino
en la sala y
este amigo me
preguntó qué
estaba
ocurriendo en la
parte superior
del balcón, pues
eran unos ruidos
intensos de
pasos, como si
allá arriba
estuvieran
decenas de
personas.
Entonces le
expliqué que no
había nadie y
aunque hubiera
no se podría oír
porque la placa
del balcón era
de aquellas
antiguas con
casi veinte
centímetros de
espesura. Pedí a
la esposa que
subiera y
anduviera con
firmeza, los
ruidos pararon,
sin oír siquiera
sus pasos.
Entonces le
hablé a él: Los
Espíritus se
aquietaron.
Este amigo nunca
más volvió. Y
realmente,
cuando la esposa
subía a la
planta superior
los ruidos
cesaban.
¿Cuáles fueron
los cuidados
para sanar el
inconveniente?
Un vecino, que
era espírita y
médium, veía
Espíritus
pegados a un
gran mango que
había en frente
del terreno.
Busqué
aproximarme a
las actividades
de un Centro
Espírita, pero
sólo lo conseguí
en el quinto
intento, pues
siempre había un
obstáculo a
vencer el día de
la
reunión: el
coche se
averiaba,
accidentes que
no me dejaban
llegar a tiempo,
la batería se
apagaba. Cuando
conseguimos
finalmente
llegar a un
Centro, fui
atendido y me
sometí al
tratamiento
recomendado. El
esfuerzo fue
largo, duró años
seguidos, creo
que fueron unos
seis años.
¿Fue investigado
el posible
origen de los
fenómenos en
aquella
residencia?
No hubo una
investigación
oficial, pero
después acabé
recordando que
cuando era
joven, a los 15
años, tuve una
amiga que vivía
en esta casa y
que supimos que
había
desaparecido,
pero ella, en
verdad, quedaba
recluida en su
cuarto – mi
cuarto cuando
allí pasé a
residir- hecha
rehén por 30
días para
experiencias
mediúmnicas
vulgares y
vinculadas a
prejuicios de
terceros. Cuando
compré la casa
no me acordaba
de nada, el
precio estaba
bien, pero la
casa totalmente
destruida. Las
personas que
vivían allí
parecían
paralizadas, no
tenían
ánimo para nada.
Tuve que demoler
parte de la
casa, pues tres
habitaciones del
frente estaban
abandonadas
porque las tejas
iban rompiéndose
y nadie subía
para cambiarlas.
No quise saber
los detalles...
Los problemas ya
eran demasiado
grandes.
Cuándo usted se
aproximó al
Espiritismo,
¿pudo comprender
lo que antes le
ocurría?
La Doctrina
Espírita fue la
luz que me dio
un nuevo mirar
para los
fenómenos y para
lo que ocurría
en mi vida. Ella
me transformó en
una persona
mejor. La
dimisión de mi
trabajo, en que
yo era un
ejecutivo bien
exitoso, que
consideré un
acto injusto,
fue la
justa medida
para más tarde
constituir mi
propia empresa,
lo que me da
libertad de
horario para
participar de un
programa semanal
en la Radio
Buena Nueva y
actuar más
intensamente de
todas las
actividades
filantrópicas y
espirituales del
Centro Espírita
A Camino de la
Luz. Hoy estoy
divorciado, pero
vivo una
relación
saludable con mi
ex-esposa y las
hijas, siendo
que todas
trabajan
conmigo.
¿Los fenómenos
volvieron a
ocurrir después
del conocimiento
espírita?
Como yo dije
anteriormente,
fueron casi seis
años de asedios.
Los fenómenos
acabaron, pero
los conflictos
íntimos en la
lucha del
auto-perfeccionamiento
jamás cesan.
Volviendo en el
tiempo, ¿después
de todas esas
experiencias qué
se le ocurre
decir?
No dejen ocurrir
con ustedes lo
que ocurrió
conmigo. Di
mucho trabajo
para que la
espiritualidad
me condujera
para mi debido
camino, con el
que me había
comprometido en
la
espiritualidad y
que yo hube
olvidado por
opciones
ilusorias de la
realidad.
¡Cuántos
Espíritus
moviéndose,
cuántos
fenómenos
producidos para
que yo volviese
al camino!
¿Algo más que
añadir?
Agradecimiento,
sólo
agradecimiento a
los amigos
especiales que
me ampararon, a
los médiums que
semanalmente me
atendían con
cariño y
atención, y a
todos los del
Grupo Espírita
Daniel, mi casa
madre, y a mis
amigos de A
Camino de la
Luz, a los
mentores amigos
que, gracias a
Dios, no
desistieron de
mí.
Sus palabras
finales.
Hoy soy una
persona libre
para pensar,
para vivir, pero
principalmente
para estudiar y
vivir la
Doctrina
Espírita. Que
bueno es optar
por Jesús cuando
no lo buscamos
por necesidad,
sino simplemente
por gratitud.
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